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viernes, 1 de enero de 2010

Enero




Enero en inglés es January. Recibe su nombre del dios romano Jano, el dios de las puertas. Jano tenía dos caras, una mirando hacia el frente y otra hacia atrás. De esta manera, pues, Jano era la representación de un momento de cambio entre un estado y el otro: del pasaje, de la puerta. No conozco otra cultura que haya dedicado un dios a tal estadio, y eso posiblemente explica el porque el concepto de Jano prevaleció mucho tiempo después que los romanos habían adoptado casi en su totalidad al panteón griego. Enero es entonces una fecha perfecta para mirar el camino andando y proyectarlo hacia el futuro.

Es imposible comprender cómo el año 2009 ha sido difícil sin conocer otros años difíciles. Volvamos atrás a los días aciagos de don Luis Echeverría Álvarez, quien sí sabía hacer del gobierno un proveedor. Mediante el endeudamiento externo el buen señor Echeverría (quien probablemente estuvo implicando en lo de Tlatelolco, pero no nos desviemos) inicia un florecimiento artificial de la economía mediante el endeudamiento. Compra toda empresa arrastrando la cobija, seguramente con la buena intención de salvarla y ponerla al servicio de la nación. Este gobierno aprendiz de empresario aumentó su burocracia de manera astronómica. Para 1974 tiene en su haber ¡272 empresas estatales! ¡Wow! Sus pretensiones de crecimiento mediante endeudamiento hicieron que la deuda externa pasara de de $56,822.50 a $307,527.14 millones de pesos. Todo le iba bien, hasta que 1976 el petróleo de la Faja de Oro se agota, fugándose con ello los capitales, viniendo con ello nuestra primera gran devaluación contemporánea.


El dólar, que se había mantenido firme en los 12.50 pesos durante 21 años, ahora tenía un costo de $22.50, la devaluación era del 76%. La inflación se dispara a un 136%, las tasas de interés a 150%. ¿Queda claro qué le ocurrió al salario en México? Fue desintegrado por un presidente que era el polo opuesto de un gobernante neoliberal. Para cuando salió, los mexicanos ya éramos 75% más pobres.Pero ahí andan en el zócalo acusando de los efectos del neoliberalismo en México.


Luego vino otro “iluminado”: José López Portillo. Con el hallazgo de Cantarell, nos dice que “Vamos a administrar la abundancia”, y cual júnior idiota que no hace otra cosa que derrochar la fortuna familiar, continúa con sus medidas populistas financiadas con altos precios del petróleo,¿Y la deuda externa? Pasó a los 9,401,571.30 millones de pesos. Sí, a casi 9.5 billones de pesos (¿recordamos que estaba en 56 mil millones al inicio de Echeverría? Eso es… 200 veces mayor… ningún gobierno neoliberal a la vista). Las reservas internacionales a fines de 1981 fueron de 5,035.10 millones de dólares y para septiembre de 1982 eran de 1,832.30; las arcas estaban vacías, pues: Pero “¡Ya nos saquearon! ¡No nos volverán a saquear!” Nacionalizó la banca: el dólar pasó de 24.50 hasta 150.00, la inflación brincó de 28% a ¡98.85%! (¿Qué hubieran dicho de Fox si hubiéramos tenido una inflación de 98.85%?; ¡pero qué tal el chisme de la Hummer roja prestada!). Se implantó un control de cambios donde sólo podías sacar 500 dólares si ibas de viaje, no había ni pastas dentales por que no podían pagarse los insumos para fabricar el tubo. (¿Chávez…, anyone?)

Para cuando llegara el gobierno dizque neoliberal de Miguel de la Madrid, el endeudamiento de los populistas hacían que México se desangrara pagando una buena porción sus ingresos en el pago de deuda, impidiendo que el país ejecutar obras de infraestructura, entre otras cosas. Para el gobierno poder financiarse mediante inflación, esta llegó a ¡159.17% ¡ En, 1988, último año de de la Madrid, la paridad era de 2,289.58 (recordando, de nuevo, los 12.50 en que se encontraba en los tiempos de Echeverría)

En los Primeros meses de Ernesto Zedillo (como herencia de Salinas): inflación 51.97% (este año la inflación difícilmente será más del 8%). El dólar pasó de 3.41 a 6.60 (haga usted de cuenta que dólar anduviera actualmente en 24 pesos; no obstante esto Víctor Hernández no se cansa de decirnos “que las medidas del Banco de México no sirven de nada”). Los resultados son increíblemente malos, y sin embargo ninguno de estos presidentes se enfrentó a la peor crisis desde la postguerra, sino sencillamente a un cúmulo de malas decisiones propias o de la administración anterior. La caída del PIB en los primeros seis meses de Ernesto Zedillo es en lo único que se puede comparar al dato actual (la cifra del 8 %, por cierto, no está confirmada).

Durante el 2009 el gobierno actual tuvo que enfrentar:

*La caída en la producción de Cantarell

*La peor crisis económica del mundo moderno en un siglo con la cual vino una caída
de exportaciones, de remesas y de turismo.

* Para rematar la epidemia de la Influenza.


Calderón no es una lumbrera, y entre sus errores debo citar la exageración que, considero, le dio al asunto de la influenza. Pero también ha tenido grandes aciertos merced de Carstens, su impopular secretario de hacienda, quien compró un seguro por precios petroleros asegurando un precio de 70 dólares el barril, cuando este llegó a estar por debajo de los 40 dólares. Quién sabe qué hubiera sido de nosotros sin esta idea. Segundo, el apoyo del FMI por cuarenta mil millones de dólares que puso fin a la excesiva especulación del dólar, así como la transferencia SWAP con la FED. Pero claro que pagamos las malas decisiones de Calderón, por ejemplo cuando se dejó intimidar por un golpeador llamado López Obrador, lo que nos dejó con una reforma energética deficiente y que mucho nos hubiera ayudado a sortear la crisis trayendo miles de millones de dólares en inversión a México. López Obrador es un saboteador, y la chairiza no tiene la capacidad para entenderlo por lo que es, por ende no tiene ninguna integridad cuando desahoga sus lágrimas de cocodrilo por el pobrecito pueblo de México.

A fin de cuentas todos debemos preguntarnos qué es lo que hemos hecho como nación para quedar tan vulnerables en un momento como este, y por qué es que no podemos trabajar en conjunto en lugar de buscar el sabotaje.

Up date:


Existe un sitio en Facebook pretendiendo ser un esfuerzo ciudadano pidiendo la renuncia de Felipe Calderó. Se llama "A QUE EN 30 DÍAS JUNTAMOS 1,000,000 QUE QUIERE QUE RENUNCIE CALDERÓN." Es un fraude creado por los facios cibernéticos de López Obrador.

Dos veces me han banneado en ese foro "independiente" por publicar información fuera de su "línea editorial". Ojo con criticarlos porque te crean un reporte en Facebook y desactivan tu cuenta. No es un movimiento ciudadano, son fascistas de obrador. Solitos se pusieron en evidencia.