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miércoles, 12 de junio de 2013

Manifestantes, el Halconazo y un gato encerrado



A penas en diciembre pasado  diputados de la asamblea del Distrito Federal decidieron cambiar la redacción de su propia ley  donde podía leerse "menoscabo de la autoridad del gobierno del DF", y borrar  el término chocante término de "violencia extrema" para que así las penas a "ataques a la paz pública" fueran menos severas.
Esto fue muy curioso en su momento, ya que entonces como ahora los manifestantes y sus defensores aseveraban que los causantes de la violencia habían sido "infiltrados", y no los pacíficos asistentes a las protestas a la otra protesta -la del presidente Peña Nieto- el primero de diciembre pasado. 
Sin embargo este movimiento lo que nos hizo pensar a muchos es que eran los mismos cubriéndose por ellos mismos.  
El decreto de reformas entró en vigor nada menos que "el mismo día de su publicación", y según el artículo tercero transitorio se aplicará "sólo a personas sin antecedentes penales y que no sean reincidentes". Curioso, cuando los hay en estos grupos quienes son agitadores profesionales -como el ya conocido "tuerto"-, y que el gobierno del Distrito Federal conoce -o al menos debiera conocer- bastante bien. 
De acuerdo al Siglo de Torreón:
El vocero de la Liga 1 de Diciembre, Juan de Dios Hernández Monge, explicó que aunque la reforma reduce la penalidad del delito de ataques a la paz pública de 7 a 2 años de prisión, el agravante en pandilla será impedimento, pues aumenta 50% la sanción; descartó la libertad inmediata de los detenidos. La reforma se avaló con 50 votos de todas las bancadas, de un total de 66 legisladores; seis diputados los partidos Revolucionario Institucional (PRI) y Acción Nacional (PAN), se abstuvieron.
¿Y ahora que tuvimos el lunes pasado? 
El "Halconazo", ocurrió  10 de junio de 1971, cuando  un grupo paramilitar conocido con ese nombre, atacó a un grupo de estudiantes protestando, con un número de  muertos que ciertas versiones cuentan fue cercano a los 120.
En conmemoración a estos eventos, un grupo de manifestantes al parecer decidió reciclar su propia versión de dicho evento 



La interpretación de estos eventos tiene, como es común, varias aristas. Para mi, una de ellas es que es un mensaje para Mancera (el hombre quien cedió a darle leche al ratón, que ahora pide galletas: "No te dejaremos gobernar en paz".
¿A quién beneficia la imagen de un Distrito Federal convulso y desestabilizado? A mi se me ocurren al menos dos nombres. 
Colóquelos en una caja y luego los comparamos, a ver si estamos o no de acuerdo. 

Por lo pronto lo que sí hay es gato encerrado.