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jueves, 13 de junio de 2013

El gato Morris y el Burro Chon, mi punto de vista



Calígula, quien hizo a su caballo Senador, es tan solo el ejemplo mejor conocido de un loco que otorga un cargo imposible a un depositario igualmente imposible. Pero Calígula estaba loco. ¿Lo estamos nosotros?

No es que me falte el sentido del humor. Encuentro la candidatura de un gato, un perro o una foca tan hilarante como cualquiera. El problema es que si bien la casualidad es un evento bien previsto por la ciencia, difícilmente ocurre en política, en particular en la política mexicana.

¿Recuerdan esa elaborada campaña de hace algunos años por anular el voto? (La elección intermedia del 2003, sino me equivoco) Nos decían que era "la mejor manera de decirle a los políticos lo que pensamos" o algo así. No he encontrado los spots en Youtube. Los anulistas decían entonces, palabras más palabras menos, lo mismo que ahora.

Lo primero que me llamó la atención de esa campaña, y en perspectiva, mientras más lo pienso más extraño me lo parece, era la cantidad de recursos con lo que contaba. Los recuerdo en varios medios, uno de ellos la televisión, y no es nada barata.

Tengo una paranoica teoría sobre todo el suceso. ¿Quieren escucharla?

Veamos el contexto. Fox tenía ya tres años en el gobierno y, tras haber prometido el cielo y las estrellas, la gente se dio cuenta de que sus circunstancias no iban a cambiar con una varita mágica portando botas y una hebilla. Los votantes de Cárdenas se sentían aplastados y el PRI se hallaba en tercer lugar.....un tercer lugar apoyado por su voto duro. Así que ¿qué es lo que haces?

No es ningún secreto para quien me conoce que yo siempre he pensado que los promotores del voto nulo en una democracia de mayoría simple, donde un voto basta para ganar, es como querer matar a las cucarachas eliminando insecticida: simplemente se le hace el juego al voto duro del PRI.

Es por eso que por graciosas que puedan parecer en principio las candidaturas "de protesta" de el Gato Morris en Veracruz, o el Burro Chon en Ciudad Juárez no me parecen tan inocentes. Veamos los hechos.



Tanto Morris como Chon aparecen en entidades donde el PRI se sabe de capa baja y con una elección francamente comprometida. Sabe que sus candidatos, promesas y campañas no tienen credibilidad porque son entidades donde tiene años haciendo lo mismo con los mismos resultados. Saben que solo su elector más fiel, el de siempre, votará por ellos. ¿Así que qué haces? Creas un candidato distractor, un candidato que no solo promueva a la gente no salir y votar, sino incluso votar por él, cuando es imposible que asuma el cargo porque la ley electoral -¿y cuántos votantes sabrán esto?- impiden un candidato que no esté avalado por un instituto electoral, ¡por no hablar de un candidato que ni siquiera es humano!, asuma  su puesto de elección popular.  

Ahora miremos las entidades que el PRI toma muy en serio. ¿Por qué no hay un candidato delfín, borrego cimarrón, o candiperro en Baja California? ¿Por qué allá no hay candidatos de broma, parodia ni protesta?

De modo que riamos del absurdo, porque la política de nuestro país es absurda. Lancemos una carcajada y compartamos la broma (nosotros mismos somos un sitio político parodia. ¡En serio! La diferencia es que, no por ser parodia, dejamos de documentar los hechos), pero pensémoslo dos veces antes de creer que esto es un ejercicio inocente. Más aún, no permitamos que los candidatos parodia distraigan la atención sobre los candidatos reales.....aunque parezcan parodia. 

Cosa que, me temo, podría ya estar ocurriendo.

¿Para beneficio de quién?

Para ese.