Es interesante cómo la obligación de Vítor por sacar una columna de nota roja todos los días le impide ver los tiros en el pie que sin fallar se detona. Si la mitad de la economía mexicana está en la informalidad, es claro ver cómo el simple hecho de sacarla de esta posición duplicaría la tributación del estado, a la fecha, de las más bajas del mundo, en lugar de atizar su bandera lopezobradorista de cobrar impuestos a “las grandes empresas” (una bandera inexacta, y que es tan verdad a medias como lo es una mentira a medias).
La cosa es que los informales así se van a quedar mientras el Estado pueda seguir exprimiendo el petróleo, porque si bien la recaudación fiscal en México es baja, su incremento es un tanto cuanto innecesario mientras se tengan los ingresos del petróleo por exportaciones, especialmente los excedentes que surgen de la diferencia entre precio supuesto para el año fiscal, y el precio final que resulta teniendo, lo cual se traduce en una ganancia extra para el gobierno.
Esta semana trascendió en los medios cómo tales excedentes se despilfarraron cortesía de nuestra obesa burocracia -la cual no sirve para nada- en lugar de invertirse en bienes más útiles y duraderos: la transformación del transporte público en nuestras ciudades, rehén de los sindicatos de camioneros, Puertos Marítimos, redes férreas, autopistas, equipamiento y capacitación de maestros, presupuesto de investigación ¡En fin!
A este respecto, CNN-Expansión publica este mes un excelente artículo fotografiando la situación. Según datos del el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) en los diez años de administraciones panistas las instituciones autónomas del gobierno u aquellas directamente inscritas en él, han aumentado sus costos astronómicamente. El Congreso de la Unión en un 53%, el Instituto Federal Electoral en un 62%, y el Poder Judicial en un 127%, entre otros.
Juan E. Pardinas. director de análisis de finanzas públicas de este instituto, declara:
"Todos los poderes participaron de esta 'orgía' del gasto, desde principios del gobierno del ex presidente Vicente Fox" con los excedentes petroleros.
Cuando en el Congreso se interroga al ejecutivo sobre el gasto de los excedentes no hacen más que ejercer su enorme cinismo. El gasto real para el Ejecutivo federal se elevó un 15% de 2001 a 2007, los gobiernos estatales en un 29%, mientras que los municipios en un 68%, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI). En promedio, entre 2006 y 2008 cada estado recibió 14% adicional a su presupuesto aprobado al inicio del año fiscal. La falta de suficientes instrumentos de transparencia hacen difícil juzgar la efectividad de los recursos invertido en esta sangría.
Ramos autónomos
Variación (%)
Poder Judicial
127
Comisión Nacional de Derechos Humanos
83
Instituto Federal Electoral
62
Poder Legislativo
53
Ramos Administrativos
Secretaría de Educación Pública
39
Secretaría de Comunicaciones y Transportes
103
Secretaría de Salud
129
Secretaría de Desarrollo Social
143
Ramos Generales
Luz y Fuerza del Centro
40
Instituto Mexicano del Seguro Social
50
Comisión Federal de Electricidad
63
Instituto de Seguridad Social al Servicio de los Trabajadores del Estado
69
Petróleos Mexicanos
125
Fuente: CNNExpansión.com con datos del IMCO
Gabriel Pérez del Peral, director de Economía de la Universidad Panamericana (UP), afirma para Excelsior como no se tiene certidumbre sobre lo ocurrido con los recursos dentro de de las tesorerías estatales. “Las secretarías de Hacienda y Función Pública, y la misma Auditoría Superior de la Federación, tienen muchos problemas para poder fiscalizar estos recursos (…) Pasa lo mismo con los municipios, no solamente en los estados; la fiscalización ha dejado mucho que desear por la naturaleza del sistema fiscal mexicano”.
Vivir fuera del presupuesto es vivir en el error ¿Qué duda cabe?
"La suma de los excedentes presupuestales en los estados durante 2006, 2007 y 2008 fue de 358,000 millones de pesos. Si se hubieran ahorrado estos recursos, el faltante de 300,000 millones de pesos en el presupuesto de 2010 estaría cubierto sin necesidad de subir impuestos", insiste Pardinas en el artículo de CNN.
¿Cómo tomar en contexto estas cifras? Considérese lo siguiente: las participaciones y aportaciones del Gobierno a los estados y municipios entre el 2000 y el 2006 fueron de 4.7 billones de pesos, mientras que el llamado fondo de cohesión de la Unión Europea para apoyar a países atrasados en la propia unión, fue de 0.6 billones de pesos durante ese mismo periodo. ¿Qué esto no lo dice todo? El mito de México como “un país pobre” se desvanece. Al contrario de lo que a veces se dice cuando se sugiere un fondo entre las naciones de Norteamérica para paliar nuestras desigualdades, resulta que se trata de” un mito genial” (Pedro Aspe dixit) El país está en plena capacidad de reducir estos contrastes si así lo deseara. La cuestión es, ¿lo deseamos?
La perspectiva ha sido el mayor descubrimiento que he realizado desde que iniciara estas columnas de análisis político, y se trata del mayor hecho demostrándome que no he perdido mi tiempo. Ya vimos cómo CFE y LyFC juntas costaban la mitad de todo el presupuesto de toda la NASA (ver columna “Esos sí son lujos”). Lo que este país necesita no es gastar más, sino gastar bien, y eso pasa forzosamente por el desmantelamiento de la burocracia nacional. No hay otro camino.
Los datos del IMCO, no obstante, no paran ahí. Las transferencias a los Estados entre el 2006 y el 2008 fueron de 2.5 billones de pesos, mientras que las transferencias del Plan Marshall a países de Europa entre 1948-1951 (esto es, el apoyo que el gobierno de los EU dio para la reconstrucción de esas naciones luego de la Segunda Guerra Mundial), fueron de 1.6 billones de pesos al tipo de cambio de 2009. ¡Casi la mitad!
Todo, todo el gobierno ha participado de este dispendio: los tres poderes de la unión en los tres niveles –estatal, municipal y federal. ¿Dónde se ha incrementado el gasto dentro de las empresas del estado? Nada menos que en PEMEX y en la ahora desaparecida Luz y Fuerza del Centro.
Sin embargo, los críticos del PAN los acusan de ser un gobierno “neoliberal”. ¿Qué hay de liberal en esto? Seguimos siendo una nación con un estado cuasisocialista concentrando niveles insanos de capital gastados en empresas ineficientes.
Felipe Calderón prometió rebasar por la izquierda. Desafortunadamente en esto ha tenido razón.
La pruebas en contra de un fraude en la elección del 2006 son abrumadoras. Presento aquí algunas de las más notables:
1)La alianza del peje no dijo nada sobre irregularidades graves el día de la elección ni los días siguientes. Las quejas comenzaron hasta que sabían que habían perdido.
2) Cuando se abrieron las casillas donde había ganado Calderón –y que fueron impugnadas por la alianza- a) no sólo no ganaron votos, sino que los perdieron; b) los errores en las boletas se distribuyeron por igual en todos los candidatos, dejando fuera cualquier sesgo sugiriendo un fraude.
3) Un fraude como el que se anuncia hubiera requerido un ejército de funcionarios y representantes de casilla convertidos en delincuentes electorales. Al día de hoy no se de nadie, pero absolutamente nadie que haya sido si quiera consignado por delitos electorales en esa elección.
4) La Alianza nunca pidió legalmente el recuento de todos los votos, de modo que la autoridad no puede proceder a favor de una petición que no existe
5) Por lo tanto Calderón no tiene ninguna injerencia en decir si quiere o no contar los votos. No depende de él. Lo que Calderón si retó al Peje fue a comparar las actas, y López Obrador se negó.
Ante esta abrumadora evidencia, creer en el Fraude no requiere sino de una fe irracional divorciada por completo de los hechos objetivos
AMLO Perdió
El día 3 de julio el Peje anunció en el noticiario matutino de Carlos Loret de Mola, que tres casas encuestadoras, según él, le daban la victoria en sus conteos rápidos. Se trataba del Instituto de Mercadotecnia y Opinión, de Parametría, y de Covarrubias y Asociados. Pero la primera encuestadora nunca dio a conocer públicamente sus resultados. Peor aún, las otras dos que habían sido contratadas por el Peje, ¡decían que el Peje había perdido! ¡Justamente lo contrario de lo que López anunciaba en cadena nacional! El peje mintió a propósito, descarada y cínicamente. Arreola también miente, puesto que él también vio esas encuestas. Covarrubias nunca dijo que la rata más destacada de la Macuspana hubiera tenido una ventaja de 500 mil votos. Lo que si dijo Ana Cristina Covarubias es que ella, personalmente, le dio el resultado de su conteo rápido a las 12 de la noche del dos de julio, y le dijo que Calderón había ganado. En pocas palabras, las dos encuestadoras contratadas por el Peje le dijeron que había perdido, y no obstante salió a decir que había ganado por 500 mil votos y a inventar el mito más grande de la historia moderna de México –ese y el chupacabras-: el fraude del dos de julio. Reto a Arreola a que contradiga una sola palabra de lo que he dicho. No lo hará, porque sabe que es verdad (y de ante mano digo que si vienen sus gatos a dar lata nomás los vamos a batear). López Obrador y Arreola son tal para cual. Ambos embaucadores y mentirosos.