Cito a López Dóriga en su columna de hoy:
Se escucharon voces que tacharon la reforma Calderón de autoritaria, parcial, negativa, excluyente y convenenciera; las alianzas electorales, de turbias; la propuesta de reducir al Congreso de regresiva; la segunda vuelta electoral de inmanejable; las nuevas exigencias para las franquicias políticas, como retrógradas, y al régimen presidencialista (?) agotado; las propuestas presidenciales inacabadas; la negativa ficta antidemocrática; las candidaturas ciudadanas indeseables; la reelección inmediata inocua; el debilitamiento del Legislativo inaceptable, y así se fueron hasta agotar los calificativos, el tiempo a los asistentes y la paciencia a quienes seguimos la reunión, dejándonos un mensaje muy claro: los políticos no van a ceder un centímetro; somos unos ilusos —ambiciosos, dicen ellos—, los que proponemos que la democracia vuelva al pueblo y que se apruebe el proyecto de candidatos ciudadanos, la reducción del Congreso y la reelección inmediata, que haría que los cargos de elección popular respondieran a la sociedad y no a los partidos, lo que, por visto y escuchado, no pasará, la casa perdería.
“Mientras los temas más críticos del país se guarden y se archiven por meses y años, el ciudadano seguirá sufriendo una permanente estafa en la falta de decisiones de quien lo representa”, afirmó.
Dijo estar consciente de que “se opondrán a ella (la reforma política) por muchas razones y mucha gente. Pero seguramente quienes privilegian las maquinarias partidistas por encima de los ciudadanos seguirán optando por un sistema político cerrado y bajo su control”.
Admitió que su iniciativa de reforma a las instituciones es perfectible y puede ser modificada, pero sostuvo que solamente pueden oponerse a las candidaturas independientes quienes no tienen confianza en los ciudadanos y quizá la tengan en los aparatos partidistasPor favor recuerde este escenario la próxima vez que escuche el lugar común culpando de todo a un Presidente cuyo mandato es mediocre, pero qué tan mal estaremos que, como lo demuestro en una pasada participación, es quien mejor lo ha hecho en un cuarto de siglo.
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