López Obrador por fin nos hizo el gran favor de publicar sus “Fundamentos para una Republica Amorosa” el día de ayer en su casa editorial (ya saben donde). Los esperábamos con entusiasmo porque allí nos brindaría toda explicación lógica y racional sobre como construir una nueva sociedad basada en el amor, la fraternidad y espiritualidad. La verdad, su mismísima Santidad El Papa Benedicto debe estar envidiando el discurso de amor de Lopez Obrador para su próxima homilía dominical.
No importan las ideas y propuestas económicas, educativas, tecnológicas, en materia de seguridad, en materia de políticas sociales. Eso es segundo plano cuando hablamos de la grandeza espiritual de nuestro candidato de marras, de esas necesidades sociales y económicas podremos hablar luego, ahí mas delante cuando nos llegue el agua a los calzones. En cambio, el candidato se disloca el cuello un día hablandonos de que crear seis millones de empleos en un par de meses y otro día nos sale con este tipo de desbaratados discursos de amor.
El texto en si es una especie de sermón moralista y paternalista reclamando y amonestando como todo un Papa o un Dalai Lama sobre la falta de valores de la clase política y de la sociedad Mexicana, pontificando sobre la importancia de hacer el bien y de ser buenos hombres, sobre el valor de virtudes humanas universales como la honestidad, la integridad. Hay que decirlo: brilla por su ausencia el odio clasista que había caracterizado al discurso de López Obrador por años, en cambio el documento repite la palabra “amor” mas de diez veces:
“La decadencia que padecemos se ha producido, tanto por la falta de oportunidades de empleo, estudio y otros satisfactores básicos como por la pérdida de valores culturales, morales y espirituales.”
Aqui empiezan los problemas con estos mal llamados "fundamentos". La configuración de un enfoque expiatorio donde radicar la explicación de nuestros males, el candidato, hay que recordar que es un candidato todo el tiempo, nos habla de "falta de oportunidades de empleo, estudio y otros satisfactorios basicos como la perdida de valores culturales, morales y espirituales" como culpables de una supuesta "decadencia". El problema es que el candidato no termina de definir "decadencia", pero salta a hablar de las supuestas causas de la misma. No entiendo hasta que grado ese nuevo y estrafalario discurso político vaya a calar entre los votantes de un país acostumbrados a la marrullería, el lenguaje clasista y de rencor que el mismo candidato pregono por años. Luego nos receta la siguiente frase:
"Cuando hablamos de república amorosa, con dimensión social y grandeza espiritual, estamos proponiendo regenerar la vida pública de México mediante una nueva forma de hacer política, aplicando con prudente armonía tres ideas rectoras: la honestidad, la justicia y el amor. Honestidad y justicia para mejorar las condiciones de vida y alcanzar la tranquilidad y la paz pública; y el amor para promover el bien y lograr la felicidad."
Primero que nada, resalta el lenguaje redentor de "regeneración" de la vida publica que pretende llevar a cabo el candidato si algún día resulta electo.
Sin embargo, ¿es posible para cualquiera de nosotros ir la plaza principal, subirnos a un podio y comenzar a predicar la honestidad? no es tan fácil, los demás cuestionarían primero nuestra calidad moral, nuestra trayectoria profesional y ética como individuos y desde luego la de nuestra familia y la de nuestros asociados también, porque como luego dicen: "dime con quien andas y te diré quien eres", y si con bribones andas, pues ya te podrás figurar quien te diré que eres, ¿o no?.
Para hablar de honestidad, primero tiene uno que tener una probada calidad moral mas allá de toda duda, por eso la mayoría de las personas somos cuidadosos cuando pronunciamos esa palabra con la que este candidato se llena la boca en cualquier entrevista de radio o televisión. ¿Que tiene que hablar de honestidad y justicia un gobernante cuya administración fue pillada en video y audio con sus secretarios directos y mas allegados colaboradores y amigos y socios políticos tomando en sus manos fajos de billetes, millones de dólares de empresarios corruptos con jugosos contratos de su gobierno?.
Desde luego que ya sabemos que con amor y con justicia un día alcanzaremos la paz, esa ha sido la promesa de tantos dioses desde el inicio de la historia del hombre, pero esos dioses fallaron siempre una y otra vez por mas incienso y sacrificios humanos que se les hicieron, ya sabemos que con honestidad se logra una sociedad mejor, eso ya lo sabíamos desde hace mucho tiempo, porque son ideales universales.
Lo que Mexico quiere ver son propuestas pragmáticas y especificas basadas en el conocimiento y teorías económicas y sociales serias y comprobadas para lograr que nuestra sociedad continúe progresando. Es muy bonito hablar del amor, pero eso no pertenece a la vida publica y mucho menos al debate democrático, el amor es materia privada de las personas y los individuos, cuando los líderes políticos comienzan a mezclar los sentimientos humanos universales como el amor, es cuando comienzan a generar ideas facistoides apelando a una supuesta "gran reserva moral" de los pueblos, ergo, su nacionalismo.
Luego por supuesto no podría nunca dejar de regalarnos mordiscos de populismo baratón donde intenta vendernos la idea de que hoy somos mas pobres que nunca antes en nuestra historia desde que México liberalizara su economía:
“En el más reciente reporte del Centro de Análisis Multidisciplinario de la Facultad de Economía de la UNAM se sostiene que un salario mínimo hace 29 años alcanzaba para comprar 51 kilos de tortilla, o 250 piezas de pan blanco, o 12 kilos de frijol bayo; y ahora, sólo alcanza para adquirir cinco kilos de tortilla o 25 piezas de pan blanco o tres kilos de frijol. De ese tamaño ha sido el empobrecimiento de la gente. “
La diferencia sin embargo es que hace 29 años pocos Mexicanos ganaban el salario mínimo, si acaso ganaban algo, y hoy la enorme mayoría de los mexicanos ganan el doble o el tripe del salario mínimo, hace 29 años solo una elite compraba autos en México y hoy se venden millones de ellos anualmente, lo mismo que casas, celulares, televisores, etc., realmente es cuestionable el utilizar datos tan ambiguos para presentar “fundamentos” de una republica, por mas amorosa que esta sea.
Los “fundamentos” además abunda en consignas contra el materialismo y el individualismo, que bueno, sin embargo López Obrador, o quien sea que haya escrito el texto originalmente, pierde mucho la atención del lector al tratar de citar a demasiados autores en tan poco espacio, lo cual siempre he considerado un crimen a la hora de producir un articulo, y así que en unos cuantos párrafos nos topamos con cacofonías e innecesarias referencias a las constituciones de Estados Unidos y de Francia, la de Apatzingán de 1814, José Martí , Alfonso Reyes y su Cartilla Moral, León Tolstoi , amen de citar a las típicas fuentes de siempre como UNAM, etc., llega inclusive a citar a un emigrante Mexicano, a un compañero del candidato, nada mas le falto parar un taxista en periférico para bajarle otra cita, en fin que citas no le faltan al documento.
Desde luego que lo que leemos aquí es populismo porque continua abogando soluciones simplistas y marginales para problemas complejos existentes.
Es "Amorosa" y mucho, pero de "Republica" no tiene nada
Los “Fundamentos para una Republica Amorosa” de López Obrador abundan en palabras como “amor”, “cariño”, “felicidad” y otras que se repiten una y otra vez a lo largo del texto. Lo cual esta bien porque se trata de una “Republica Amorosa” según nos lo quieren hacer entender. Bien, “Amorosa” quedo mas o menos definido por Lopez Obrador, lo entendemos, los conceptos son muy diáfanos, universales para el ser humano.
¿Pero donde esta la parte “República” de los fundamentos?
Esta no se menciona una sola ocasión en el documento mas que en el mismo nombre. Brillan por su ausencia en estos fundamentos las palabras “Ciudadano” y “Leyes”, que es de lo que constituye una republica verdaderamente. ¿Donde esta esa parte esencial con la que se gobierna?, porque desde luego que no se gobierna con “amor” sino con leyes, con políticas, con derechos y obligaciones ciudadanas. Siempre lo triste de este tipo de corolarios de políticos demagogos es la ausencia de un criterio verdaderamente republicano.
El amor, el cariño, la bondad y estos ideales y conceptos que menciona López Obrador en sus “fundamentos”, son propios de la universalidad humana, no tienen patente ni ideológico ni filosófico alguno y mucho menos deben ser utilizados o acaparados por un candidato a un puesto de representación publica, ni por comerciante ni por orador alguno, ni mucho menos para que un gobernante haga ejercicio de su autoridad. Este discurso de adjudicación de valores universales, de apelar a supuestas “reservas morales” de un pueblo, es maniqueo y peligrosamente sectario, pues pretende tomar como propios conceptos universales para intentar sostener una superioridad moral sobre aquellos que sostengan una ideología política distinta al que repite esas palabras.
Es claro que en toda sociedad como en todo individuo debe siempre existir un orden moral donde la naturaleza humana sea una constante y los principios sean permanentes, esto siempre ha sido defendido por cada sociedad creada por el hombre. Hace mas de dos mil años que Platón enseñaba ya estos principios y conceptos del orden moral.
Todas las sociedades que han visto colapsar sus ordenes morales han caído en el colapso social, económico, las atrocidades y los desastres, eso es una verdad histórica desde los tiempos griegos hasta la Alemania Nazi y mas allá aun y hoy es posible observar países que están verdaderamente viviendo ese colapso social de valores. Desde luego que México vive un conflicto de valores, como muchas otra sociedades del mundo, pero sugerir que vivimos un colapso de nuestro orden moral, es un concepto riesgoso, porque no explica nada. No explica que la criminalidad que azota nuestro país tiene sus raíces no en la bancarrota de un orden moral sino en la debilidad de instituciones de seguridad y justicia de una sociedad, no explica tampoco que esta problemática del crimen organizado no es única de México, que es una problemática generalizada en todo el subcontinente, Brasil, Colombia, Venezuela, Honduras, Nicaragua, El Salvador, Guatemala, son países que enfrentan exactamente la misma problemática que enfrenta México. Pero nuestro país es una sociedad en movimiento y en crecimiento, una republica que intenta crear instituciones fuertes para hacer frente a esos retos y a grandes rezagos sociales por igual, pero también con una economía de las mas solidas del mundo actual.
La Trampa del Discurso: La Creación de Asambleas a Modo para Redactar Constituciones Improvisadas a Espaldas del Poder Legislativo
El discurso de López Obrador es demagogo y peligrosamente sectario, porque pretende devenir ordenes morales en derechos de gobernantes y obligaciones de gobernados convocando a una asamblea para la elaboración de una nobilísima constitución moral, ósea cambiar nuestra Carta Magna, para buscar crear un nuevo hombre, un Mexicano que se conduzca bajo un "código del bien".
“En suma, estos fundamentos para una república amorosa deben convertirse en un código del bien. De ahí que hagamos el compromiso de convocar con este propósito a la elaboración de una constitución moral a especialistas en la materia, filósofos, sicólogos, sociólogos, antropólogos y a todos aquellos que tengan algo que aportar al respecto, como los ancianos venerables de las comunidades indígenas, los maestros, las padres y madres de familia, los jóvenes, los escritores, las mujeres, los empresarios, los defensores de la diversidad y de los derechos humanos, los practicantes de todas las religiones y los libre pensadores.”
Es obvio que tal convocatoria, sentar en la misma mesa de discusión a un filosofo con un joven adolescente, un escritor con una mujer ama de casa, es una quimera, por no decirlo de otra forma. Las constituciones de un pueblo no pueden improvisarse de esa burda manera. Pero el engaño populista radica en que lo que el caudillo desea hacer con esta aparentemente inocente propuesta es crear una asamblea al margen de nuestros poderes legislativos. como dice la propuesta, filósofos, sicólogos, ósea nada de representantes electos por el pueblo. Mas o menos lo que Hugo Chavez hizo en Venezuela y lo que muchos populistas suelen hacer para brincarse los poderes legislativos y judicial y obtener poder absoluto en base a estas asambleas improvisadas y controladas por ellos mismos.
Lo que se propone en este tipo de llamados es hacer un lado nuestros derechos ciudadanos, nuestras prerrogativas, palabras que no forman parte del vocablo de estos fundamentos, porque en una republica todos los ciudadanos conservamos ciertas inmunidades y reconocimientos llamados Libertades y Derechos Políticos, los cuales van mas allá del orden moral imperante o de cualquier asamblea improvisada, cualquiera que esta sea y sin importar quien la convoque y son precisamente estas libertades del ciudadano las que el gobernante nunca debe violentar, como lo son la libertad de expresión, la libertad para protestar, el derecho a votar y ser votado, el derecho a crear asociaciones políticas, entre otros. El estado debe estar sujeto a limitantes y balances constitucionales contra sus actos de poder, por mas amorosos que estos sean y el ejecutivo jamas puede tener la prerrogativa de llamar a asambleas ni quórum otro que no sea el recinto legislativo frente a nuestros representantes de distrito debidamente electos.
Nuestra Carta Magna Debe Protegerse Contra los Caprichos Improvisados de Caudillos Lunáticos Avidos de Poder
Cuando los países sufren revoluciones, pacificas o violentas, que eliminan sus antiguas constituciones en aras de regenerar o purificar sus sociedades, a menudo estos revolucionarios terminan destruyendo tradiciones que permitieron a sus pueblos vivir en paz y armonía por décadas o siglos. Muy seguido ocurre que estos nuevos regímenes, o líderes populistas, crean nuevas constituciones que terminan siendo inferiores a las que fueron destruidas por sus ideas radicales en su vano intento de alcanzar el paraíso social. Argentina gozaba de una gran constitución liberal antes de todas las constituciones creadas por regímenes populistas, peronistas, que destruyeron su economía y crearon inestabilidad social en esa nación por décadas. Hugo Chávez en Venezuela ha destruido una constitución liberal y democrática y la ha transformado en un trapo de ideas estatistas y socialistas que mantienen a Venezuela en el atraso económico, industrial, tecnológico y con altísimos niveles de delincuencia, desempleo y pobreza.
La constitución mexicana es en si misma un producto de nuestra historia de luchas y revoluciones por ideales de libertad y justicia, es un cuerpo de convenciones que gobierna nuestra republica y que fueron creados también gradualmente a través de nuestra historia y en base a derechos, libertades, justicia y obligaciones que como ciudadanos estamos obligados a respetar, jamás en base a ningún credo o orden moral establecido por nadie, ni por grupos de notables, ni por religiosos, ni por ancianos, ni mucho menos por filósofos. Nuestra constitución no es un código de moral espiritual, es un conjunto de convenciones que nos permite a los Mexicanos vivir en armonía como sociedad, estas convenciones fueron escritas por nuestros constituyentes, de antes y de hoy, legítimamente electos en ejercicios democráticos y de esa forma nos conecta a generaciones de Mexicanos. Los Mexicanos no debemos permitir cambios totales radicales o drásticos a nuestra constitución por mas amorosas que sean las intenciones del político que las propone.
Hablar de cambios constitucionales basandose en unas cuantas citas de Tolstoi, Alfonso Reyes, Martí o cualquier otro autor o escritor es totalmente absurdo, por no decir lunático, es ademas sumamente peligroso alimentar ideas redentoras basadas en meros conceptos vertidos por personas que nunca pensaron que sus escritos serian manipulados algún dia para intentar dirigir los destinos de una nación como estoy seguro que nunca lo fue ni en los escritos de Alfonso Reyes que partían de la intención de alfabetización, ni mucho menos de Tolstoi, ese gran escritor ruso que debe haber fruncido el ceño en su tumba estos días sin deberla ni temerla, de igual manera las ideas de José Martí son respetables y sus contribuciones importantes, pero no corresponden a la realidad Mexicana de hoy en lo absoluto.
Cualquier propuesta o cambio en nuestra Carta Magna nunca debe ser de naturaleza radical o regenerativa, pues esta debe obedecer siempre el principio de Cambio Y Permanencia, es decir aquellas leyes, preceptos, tradiciones y convenciones que nos permitan exitosamente lograr la armonía y libertades que como sociedad exigimos deben ser preservadas y resguardadas contra futuros cambios de gobernantes caprichosos. Por el contrario aquellas leyes o convenciones que ya no resulten convenientes para nuestra sociedad deben ser cambiadas prudentemente, modificadas y adaptadas a nuestra realidad y pensando también en la de futuras generaciones de Mexicanos.
Nuestra constitución debe ser resguardada contra caprichos de líderes caudilistas redentores o mesiánicos. Cualquier modificación o revisión de nuestra Carta Magna debe ser establecida, aprobada y revisada por nuestros cuerpos legislativos, nunca por ninguna junta de notables o asamblea cualquiera, nunca por encima de nuestro congreso y sancionada por nuestros poderes independientes.
La pruebas en contra de un fraude en la elección del 2006 son abrumadoras. Presento aquí algunas de las más notables:
1)La alianza del peje no dijo nada sobre irregularidades graves el día de la elección ni los días siguientes. Las quejas comenzaron hasta que sabían que habían perdido.
2) Cuando se abrieron las casillas donde había ganado Calderón –y que fueron impugnadas por la alianza- a) no sólo no ganaron votos, sino que los perdieron; b) los errores en las boletas se distribuyeron por igual en todos los candidatos, dejando fuera cualquier sesgo sugiriendo un fraude.
3) Un fraude como el que se anuncia hubiera requerido un ejército de funcionarios y representantes de casilla convertidos en delincuentes electorales. Al día de hoy no se de nadie, pero absolutamente nadie que haya sido si quiera consignado por delitos electorales en esa elección.
4) La Alianza nunca pidió legalmente el recuento de todos los votos, de modo que la autoridad no puede proceder a favor de una petición que no existe
5) Por lo tanto Calderón no tiene ninguna injerencia en decir si quiere o no contar los votos. No depende de él. Lo que Calderón si retó al Peje fue a comparar las actas, y López Obrador se negó.
Ante esta abrumadora evidencia, creer en el Fraude no requiere sino de una fe irracional divorciada por completo de los hechos objetivos
AMLO Perdió
El día 3 de julio el Peje anunció en el noticiario matutino de Carlos Loret de Mola, que tres casas encuestadoras, según él, le daban la victoria en sus conteos rápidos. Se trataba del Instituto de Mercadotecnia y Opinión, de Parametría, y de Covarrubias y Asociados. Pero la primera encuestadora nunca dio a conocer públicamente sus resultados. Peor aún, las otras dos que habían sido contratadas por el Peje, ¡decían que el Peje había perdido! ¡Justamente lo contrario de lo que López anunciaba en cadena nacional! El peje mintió a propósito, descarada y cínicamente. Arreola también miente, puesto que él también vio esas encuestas. Covarrubias nunca dijo que la rata más destacada de la Macuspana hubiera tenido una ventaja de 500 mil votos. Lo que si dijo Ana Cristina Covarubias es que ella, personalmente, le dio el resultado de su conteo rápido a las 12 de la noche del dos de julio, y le dijo que Calderón había ganado. En pocas palabras, las dos encuestadoras contratadas por el Peje le dijeron que había perdido, y no obstante salió a decir que había ganado por 500 mil votos y a inventar el mito más grande de la historia moderna de México –ese y el chupacabras-: el fraude del dos de julio. Reto a Arreola a que contradiga una sola palabra de lo que he dicho. No lo hará, porque sabe que es verdad (y de ante mano digo que si vienen sus gatos a dar lata nomás los vamos a batear). López Obrador y Arreola son tal para cual. Ambos embaucadores y mentirosos.