Feliz navidad y los mejores deseos para el próximo año. No
hay otra o mejor forma para iniciar un texto de fin de año más que con la más
elemental buena voluntad y optimismo que se impone en las fechas.
2012 se anuncia como un
año de varios logros en lo profesional, y 2013 como un año que será aún
más intenso en ese particular. Pase lo que pase con la llegada del PRI, 2013 no
es el fin del mundo, al menos no por ahora.
Durante la semana publiqué varios textos donde hacía conocer
mi pesimismo hacia la integridad de la prensa durante los años que nos
aguardan, cuyo efecto en el ánimo de la gente me resulta bastante impredecible.
Durante el 2012 trabajamos muy duramente para sostener bajo una base informada,
inteligente y racional lo indeseable del regreso del PRI, lo vacío de la
propuesta de López Obrador, y la
congruencia y sensatez de la propuesta de Josefina Vázquez Mota. En ese aspecto
fracasaos luchando contra dos enemigos que nos superaban por mucho en recursos
y en número. No creo que esta sea, sin embargo, una excusa en lo absoluto. Aún creo que con la estructura adecuada
nuestro impacto pudo haber sido mucho mayor. ¡Lástima! Quienes publicamos aquí
lo hacemos con nuestros propios y limitados recursos. A diferencia de nuestros contrincantes
no tenemos ni su tiempo ni su dinero para adoctrinar la mente de la gente.
Pero la fuerza bruta habrá de ser dominada mediante la
inteligencia, y eso, inteligencia, lo que se nos pide. Mucha. Tan grande como
brutal es la fuerza de los aduladores que hoy inflan a Peña Nieto plagiando el
trabajo de Felipe Calderón y la bancada del pan, que tan poca garra y voluntad
tuvo para dominar a sus contrarios justo con lo que hablamos aquí: inteligencia.
Pero si Peña Nieto hace un buen trabajo, ¿por qué habríamos
de repudiarlo, como lo hacemos, aún cuando reconocemos su tramposo triunfo en
la elección del 2012? No es solo porque el buen trabajo hecho hasta ahora,
insisto, no es suyo, sino del gobierno que le precedió y que le dejó la base
lista para poner el huevo y cacarearlo. Es más que eso. El círculo alrededor de
Peña, el grupo Atlacomulco que ha mantenido un perfil bajo hasta ahora, son
gente inmensamente rica por el simple hecho de ejercer un trabajo público sin
que parezca motivo para semejantes fortunas. Abunda evidencia de cómo Nieto es
empujado y apoyado por algunos de los más grandes sinvergüenzas que este país
ha conocido, como es Humberto Moreira, o como lo es su “tío” Montiel.
Me mantengo, no obstante, optimista d que el un pri sin
control del congreso ni del banco mundial, un pri desesperado por ganar legitimidad
a través de un trabajo convincente y que tiene reformas planchadas por el pan
listas para ser puestas en marcha, no nos llevara a ninguna debacle en el
futuro cercano. Eso si tenemos la inteligencia de acotar su poder.
Con este pensamiento en la mente, refrendo mi deseo de felices
fiestas y de lo mejor para el año que viene.
