OK, vamos a suponer lo que Gustavo Madero me propuso en una entrevista hecha en radiotwitteros. Supongamos que doña Carmen Anaya (que forea en Milenio auxiliada por un call center) gana y se acaba el PAN. Pum. Ya no existe.
¿Solucionamos con eso nuestros problemas nacionales? ¿El PRI el PRD, partidos clientelares alimentados de la desesperación de muchos y de la avaricia de los embaucadores a los que llama luchadores sociales (Martí Batrés, AMLO) o quienes presumen su riqueza en "donaciones", como el gabinete de Peña, son lo que queremos como país?
Supongamos que mañana nadie vota por el PAN. No queda un panista. ¿Seríamos un mejor país atrapados por el viejo PRI -el de López Obrador- y el "nuevo", el de Peña, es PRI que asalta erarios de estados para ganar elecciones, y que luego se las ingenia para quedar impune?
A Carmen Anaya (o Lovrega, que es lo mismo), y se le hace el país de las maravillas. Para mi es una pesadilla donde los interese de quienes queremos libertad económica no tendrían ninguna representación; en su lugar quedaría el gobierno de los que han creado crisis tras crisis en este país.
¿O dónde están los que crearon la crisis de Echeverría, los que crearon la crisis de López Portillo, los que nos arruinaron con de la Madrid, los que llevaron casi al 70 % de la población en la pobreza con Salinas? ¿Están con los malos, malos, malvados del pan?
No. Están en el PRI y en el PRD. Están ellos, o bien su prole, que ha vuelto para robarse lo que sus padres no alcanzaron a llevarse.
Usted luche por su país de priistas, Lovrega, con su montón de clones y foristas apócrifos creados en un call center. Los independientes seguiremos aquí, peleando con nuestros escasos recursos.
A fin de cuenta ya sacamos al PRI del poder una vez, lo volveremos a hacer.
