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domingo, 26 de septiembre de 2010

¿Pactó AMLO con el PRI?



Muchos nos lo hemos preguntado severamente. En la práctica ni siquiera importa si ha sido a propósito o no, la realidad es que todas las "jugadas" del mesías de macuspana han sido para el beneficio del PRI. Cuando tuvo la fuerza para hacerlo, se dedicó a arrinconar al gobierno de Calderón, haciendo fácil al PRI vender caro su amor, mientras que los comentaristas a modo tanto del PRI como de AMLO se han dedicado a atacarlo  sin tregua. Ahora, con un PRD debilitado, AMLO se opone a las alianzas que podrían poner en la lona a Peña Nieto, el delfín del tricolor.

Como decimos, resulta irrelevante si de verdad lo ha planeado así, en la práctica no ha hecho otra cosa que ayudar al PRI. ¿Pero sería posible que la alianza no sea tan inocente?

Es buen momento de retomar un artículo de Ricardo Alemán donde acusa abiertamente a AMLO de haber aceptado mucho, pero mucho dinero de Ernesto Zedillo para quedarse en paz. Va como sigue:




Durante meses, en tiempos electorales, la pregunta se escuchó en todas partes. ¿Por qué razón Andrés Manuel López Obrador se opuso a una alianza contra el PRI de Beatriz Paredes?

A pesar de especulaciones, nadie respondió, sino hasta que una de las más congruentes y respetadas militantes de la izquierda mexicana, Rosa Albina Garavito, ofreció pistas en su más reciente libro, “Apuntes para el Camino”, un ejercicio memorioso de su militancia en el PRD.

En un inusual tono crítico –que desnuda como nadie “al priísta bueno” que es AMLO–, Garavito identifica a 1996 –cuando Andrés López llegó a la dirigencia del PRD–, como el año “del fuerte viraje del partido hacia el pragmatismo electoral exhibido sin mayor pudor, y no sólo eso, un viraje que ni siquiera ameritó discusión… sino que 1996 sería también el inicio del periodo en el que el PRD se sumirá en las tinieblas de la ausencia de ideas, de discusión, y sus órganos de dirección nacional sólo serán espacios para votar por consigna”.

Guerrillera, militante de izquierda de toda la vida, fundadora del PRD, legisladora y severa crítica de las desviaciones del partido –al que renunció en 2008–, Rosa Albina revela desde las entrañas del PRD quién es el verdadero AMLO. “Alguna vez le dije que más que militantes él necesitaba apóstoles. Con la mirada me contestó: ‘Tienes razón’”.

En 2005, aquí exhibimos el pacto entre AMLO y el gobierno de Ernesto Zedillo para hacer posible la gran reforma electoral, y la caída del PRI. El 29 de octubre de 2008, aquí dijimos cómo Manuel Camacho y el gobierno de Salinas sobornaron a AMLO con 9 mil millones de pesos para que levantara su plantón del Zócalo. En las páginas 292 y 293 de “Apuntes para el Camino”, Garavito documenta que el PRI “siempre” financió la dirigencia de AMLO como presidente del PRD.

Dice Garavito: “En alguna ocasión, mientras esbozaba algún programa de trabajo, con Consuelo (no recuerdo su apellido), quien era algo así como secretaria técnica, al externarle mi preocupación por la falta de recursos, me respondió:

–No te preocupes; le podemos pedir financiamiento a Beatriz Paredes, la Gobernadora de Tlaxcala.

–¿Cómo dices?

–Sí, así hacemos siempre; nuestros amigos del PRI nos apoyan.

Entonces AMLO presidía el PRD, Jesús Ortega era secretario general y el pacto de López Obrador con Zedillo significaba que gobiernos del PRI, como el de Tlaxcala, financiaban al PRD de AMLO. Hoy Paredes preside al PRI, Ortega al PRD y, junto con el PAN, combaten al PRI. Y AMLO se deslinda. ¿Por qué? Porque le debe mucho a Paredes. ¡Izquierda financiada por el PRI! ¿Qué tal?