La columna de hoy de Luis González de Alba
Durante 70 años, el PRI hizo de la policía negocio y brazo fuerte de su sistema corporativo que sembraba dádivas y cosechaba apoyo político, sobre todo para la maquinaria del fraude electoral. La extorsión al ciudadano fue grasa del sistema priista. Luego Fox, con su estilo de no hacer olas, vino, vio y se fue: el panorama era aterrador y el de las botas nada más las usaba como compensación para cubrir sus faltantes.
Aclaro que jamás me he hincado ante un temblor porque no creo en ese Dios malo al que se puede sobornar con oraciones o golpes de pecho, pero la frase resulta perfecta para nuestros políticos: se pellizcan porque el Presidente anuncia su Informe cuando el país entero tiembla. Entero porque también donde la violencia no es mayor la gente tiembla: ahí están los datos de Yucatán, con índices suizos en violencia, pero terror en las encuestas.
La ola puede alcanzarnos: vemos los ejemplos de Monterrey, antes una ciudad segura; de Guadalajara, donde ya leemos de asaltos en la zona más agradable: librerías, cafés, bares, restoranes… y ahora, asaltantes de ese clientela. Mientras tanto, nuestros políticos dirigen sus esfuerzos a denunciar que el Presidente infringe alguna veda electoral al hacer adelantos de su Informe anual.
Sólo a ellos les importa eso cuando leemos: “Seis de cada diez municipios están infiltrados por los narcos”, dice comisión del Senado, y de ahí un “8 por ciento está totalmente bajo control del narcotráfico”; cuando las policías intervienen para asesinar al alcalde cuya seguridad resguardan, y hay coches-bomba, granada en un bar de Vallarta, aviso de EU para que sus diplomáticos regresen sus familias a territorio estadunidense… Desde la “izquierda” se grita un “Ya basta” que no sabemos a quién va dirigido: ¿se le puede gritar a los sicarios que ya basta? Gritemos todos. No pasará nada.
Datos sueltos: 1. Durante los dos primeros gobiernos del PRD en el DF el narcomenudeo subió un 740 por ciento. 2. El narco recién detenido por la PF, apodado La Barbie, distribuía cocaína que le entregaba la guerrilla colombiana, las FARC, hace años dedicada a la droga y no a imponer el socialismo; 3. La zona de distribución de La Barbie incluía el DF; 4. En el ataque en el que murió el segundo de las FARC, resultó detenida una mexicana, Lucía Morett, que dijo, tan oronda, que estaba haciendo su tesis doctoral… junto al millar de secuestrados de las FARC (secuestradores buenos de secuestrados malos), y fue recibida en México por autoridades universitarias y muchos valientes del PRD y el PT que la protegieron de… ¿de qué?, si no tenía orden de aprehensión. 5. Hay pues una clara FARC Connection. A dónde va no debería ser de difícil rastreo: a donde haya gastos no explicables.
La pregunta ya no es qué, sino cómo: ¿cómo salimos de esto? El cómo entramos está más o menos claro: durante 70 años la policía fue un enclave que el PRI ofrecía a sus compadres para que se enriquecieran. El caso paradigmático es el del Negro Durazo: amigo de infancia y compadre del presidente López Portillo, cuyo gobierno concluyó en el nostalgiado año de 1982: para algunos, el año en que perdimos el rumbo, para otros el año en que, por fin, México empezó a desatar los nudos patrioteros que cuidaban con fronteras cerradas y aranceles altos al productor mexicano inepto.
Estamos viendo en todo su esplendor a nuestros políticos: ni migrantes asesinados ni autos-bomba, ni granadas en bares, ni asesinatos de candidatos y de alcaldes: no, lo que importa es condenar que el Presidente anuncia su Informe (a unos días del Informe) y que su combate a la delincuencia que nos infiltró durante los decenios del PRI ya ha costado muchos muertos… sin distinguir que la inmensa mayoría son sicarios que están mejor, mucho mejor, muertos.
DESVERGÜENZA. Después de Guadarrama, acusado de mandar asesinar perredistas y hecho candidato del PRD, ahora Ángel Heladio Aguirre, gobernador interino de Guerrero a la caída de Rubén Figueroa y, como el primero, acusado por el PRD no sólo de delincuencia electoral, sino de homicidios, será el candidato del PRD a la gubernatura. Ya perdieron toda vergüenza.
DISCULPA. El lunes pasado no pude escribir de los hechos de la semana, me vencieron y saqué un fragmento de mis memorias sobre los inicios de lo que hoy llaman “movimiento” gay, los primeros ladrillos, hoy que tenemos igualdad en matrimonio y adopción, al menos en el DF. No lo expliqué.
Mi novela con la Revolución mal librada: OLGA, (Planeta, 2010).
