Han transcurrido casi cuatro años de esa difícil toma de protesta del Licenciado Felipe Calderón en San Lázaro, donde por órdenes del Peje una horda enardecida de diputados pertenecientes al Frente Amplio Progresista trataba de impedir a toda costa el arribo y juramento del presidente electo. Los priístas en arrogante actitud contemplaban extasiados la humillación al entonces futuro y actual mandatarios, era su oportunidad dorada para fortalecerse gracias a la intransigencia de López Obrador, qué bien lo sabían muy temprano en el periodo legislativo, las condiciones estaban dadas serían seis años perdidos, cortesía de la Oclocracia que le gusta llamarse izquierda.
Cegado por la ambición López Obrador no administró adecuadamente su capital político, pensó que el total de sus poco más de 14 millones de simpatizantes eran incondicionales lacayos indefinidamente.
Hoy años mayor y con imagen a la baja acelera el paso tras 10 años de campaña por la presidencia. No sabemos si se siga autonombrando “el legítimo” o conciente de la parvedad ya no cobra por su función de presidente, sino sólo porque cree que lo merece, su naturaleza de desempleado asalariado le permite operar a voluntad, situación propicia para infringir su acostumbrado madruguete. Ni Marcelo, ni Peña Nieto pueden acotarlo, esa debería ser tarea del IFE, pero timorato para sancionar al Señor de las calles, las medidas regulatorias invariablemente son tardías.
El Peje gana aún perdiendo, su spot del proyecto alternativo de nación aunque censurado cumplió su cometido, calentar el ambiente, revirando con una síntesis estrambótica que culpaba a la mafia del poder (Felipe Calderón, Peña Nieto, Salinas y Televisa) de querer silenciarlo, su altivez podría costarle al PT poco más de un millón de pesos, que es mucho dinero para un partido mediocre, pero poco para el extrañamente solvente Macuspano.
Con su acostumbrado oportunismo y deslealtad, el Peje intenta ganar terreno a Marcelo otrora amigo hoy rival en el primer hit eliminatorio. Por ahora apuesta porque la alianza PAN-PRD no gane en el Estado de México, pues se erigiría como poseedor de la razón, en caso contrario, si la alianza llegase a derrotar al PRI en territorio mexiquense se antoja imposible que el PRD no vaya con Marcelo por la presidencia. Su juego de tirar fuego amigo que tan bien le sale ha comenzado.
Tenemos por delante 20 largos meses de campaña Lopista, con el IFE de cliente, Ebrard de subordinado y Peña Nieto de amigo, ¡ Que comiencen las arengas de odio!, su target: un sector de la población descontenta por genética e improductiva por convicción donde el embuste y la promesa insensata siempre encontrará oídos y gritos.
AMLO está preparado con 4 años de calumnias prefabricadas el Peligro para México sigue vigente, tiene más experiencia, pero se vuelve viejo.
