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jueves, 18 de noviembre de 2010

En el foro de Milenio empieza un debate entre Beto64 y Flash Gordon, cuando Flash complementa un artículo que Betonto64 tomó del periódico La Jornada.

Con la finalidad de que se pueda entender la razón de la respuesta de Flash Gordon reproducimos aquí el artículo del diario y en seguida la respuesta de Flash.

■ Los agentes reciben sumas que van de los $5 mil a 70 mil mensuales

Controla el narco a 62% de los policías del país, dice informe

■ Se ha detectado la creación de hermandades entre los uniformados
Gustavo Castillo García
Informes de inteligencia civiles y militares han estimado que alrededor de 62 por ciento de los agentes policiacos del país, ya sea que participen en corporaciones estatales, ministeriales, municipales o federales, han sido controlados por el narcotráfico, y las sumas que reciben mensualmente van de los 5 mil hasta 70 mil pesos, cantidad que depende del rango, el desempeño, el sector o la zona en que cada uno labora.
Dichas estimaciones han sido dadas a conocer durante las reuniones nacionales de procuradores y secretarios de seguridad pública, revelaron altos funcionarios del gobierno mexicano.
Como parte de los informes que el gobierno federal ha analizado para estructurar la nueva estrategia contra el crimen organizado, se han tomado en cuenta los datos y estimaciones que se tienen de la cooptación que han alcanzado los distintos cárteles de la droga mediante el convencimiento o la amenaza directa a los agentes y mandos policiacos.
En ese contexto, la información recabada por los órganos de inteligencia refiere que las policías con mayor grado de coptación se localizan “en Tamaulipas, Nuevo León, Sonora, Chihuahua, Sinaloa, Baja California, Coahuila, Veracruz, Tabasco, estado de México, Distrito Federal, Chiapas, Quintana Roo, Oaxaca, Puebla y Jalisco”.
Asimismo, se considera que “representan un riesgo en materia de seguridad las corporaciones del norte del país”, no sólo las de territorio mexicano con cercanía a Estados Unidos, sino porque muchos de los narcotraficantes tienen una gran movilidad entre ambos territorios, tanto así que se ha detectado que de Nuevo León y Tamaulipas, grupos de sicarios y algunos de los líderes del cártel de Golfo y de Los zetas se mueven entre ambas naciones para concretar sus operaciones.
Los informes, elaborados por los órganos de inteligencia a partir de datos de las secretarías de seguridad pública en todos sus niveles y de las procuradurías del país, señalan que se ha elaborado un diagnóstico que en su momento fue del conocimiento del fallecido secretario de Gobernación Juan Camilo Mouriño.
Sin embargo, precisaron las fuentes, los informes han sido difundidos en cinco de las reuniones nacionales de secretarios de seguridad pública y de la llamada Conferencia Nacional de Procuración de Justicia, realizadas desde 2007 a la fecha.
Las reuniones donde se han dado a conocer estos datos y que se ha convertido en un informe de interés para la seguridad nacional –a las que asisten procuradores y secretarios de seguridad pública– han sido en Morelos, Sinaloa, Chihuahua, Tamaulipas durante una visita del presidente Felipe Calderón y el estado de México.
En México existen mil 161 corporaciones policiacas con alrededor de 455 mil elementos; la policía más grande del país en cuanto a número sigue siendo la policía auxiliar del Distrito Federal.
Se calcula que el número de armas distribuidas entre estos cuerpos policiacos es de alrededor de 2 millones 900 mil, de la cuales el Ejército estima, a partir del número de pertrechos confiscados, que al menos el 57 por ciento se ha utilizado para cometer algún ilícito.
Además, los datos recopilados por los órganos de inteligencia refieren que desde el año 2006, los exámenes de confianza aplicados a sólo 100 mil efectivos, han arrojado que 70 por ciento de ellos no están capacitados para realizar un trabajo de defensa, vigilancia, inspección o incluso efectuar detenciones.
El estudio señala que por cada organización policial en el país, los elementos, de acuerdo con sus necesidades o incluso aspiraciones, se asocian en grupos para ejercer su poderío, y se ha calculado que existen más de 200 “hermandades” que de diversas formas “trabajan” para proteger a la delincuencia común y organizada.
Entre las entidades donde se han detectado estas “hermandades” están Baja California, y de manera particular en la ciudad de Tijuana; Oaxaca, Chiapas, Veracruz, Distrito Federal, Jalisco y Coahuila.
Ante este panorama, en las reuniones de procuradores y secretarios de seguridad pública, los representantes del gobierno federal han pedido a los participantes que lleven a cabo programas efectivos de depuración inmediata.
Sin embargo, a decir de las fuentes consultadas, sólo Tijuana y el estado de México han iniciado este tipo de programas con duración de dos años.
La información recopilada por militares y agentes civiles refiere que “se ha detectado que los policías del país no sólo se dedican al trasiego de droga y a proteger narcotraficantes, operadores y sicarios, sino que también les ayudan a distribuir droga y a proteger las llamadas narcotienditas.
“Por ello, en algunos casos sólo se detiene a los delincuentes comunes para probar su supuesta efectividad”, señalaron los informantes.
En suma, las estimaciones de inteligencia consideran “el índice de corrupción en agentes federales, sobre todo de la vieja guardia, y en las policías estatales es del 62 por ciento”.

Hasta aquí el artículo de La Jornada.

Ahora la respuesta de Flash,

Oye Beto, ¿y ya viste que aunque el artículo de La Jornada que te plagiaste (http://www.jornada.unam.mx/2009/02/01/index.php?section=politica&article=009n1pol) no da sus fuentes, en lo general nos da la razón?

No es la primera vez que se hacen afirmaciones en este sentido. Shannon K. O’Neil, quien es Douglas Dillon Fellow para estudios latinoamericanos en el Council on Foreign Relations toca el tema en el artículo “The Real War in Mexico” en la prestigiosa revista Foreign Affairs.  El texto entero puede ser leído aquí (http://www.foreignaffairs.com/articles/65155/shannon-oneil/the-real-war-in-mexico).

En resumen, O’Neil sostiene que el actual estallido de violencia del narco es producto del avance democrático del país. Acusa directamente a los gobiernos priistas de haber pactado con estas mafias en el pasado, y sostiene que al terminar su monopolio político las bandas quedaron libres para hacer la guerra entre sí. La lucha de Vicente Fox, pero especialmente de Felipe Calderón contra estos capos es una respuesta congruente a la sociedad que votó por ellos, una sociedad buscando instituciones y una economía abiertas para las clases medias, incompatibles con el poder monolítico del Revolucionario Institucional o de narcoinstituciones basadas en el crimen.

Abajo cito a O'Neil. Espero esta pequeña contribución sirva para comprender un poco mejor el problema que nos aqueja.

“Con la elección de Vicente Fox, candidato el PAN, como presidente en el 2000, el viejo modelo -dependiente del domino priista- fue roto por completo. Las organizaciones traficantes de droga tomaron ventaja de la apertura política, terminando su subordinación al gobierno. Se enfocaron en comprar e intimidar a las autoridades locales en orden de asegurar el tránsito de sus bienes.”

“El actual aumento de la violencia es por mucho resultado de estos procesos políticos y económicos de larga escala, pero la autoproclamada guerra contra el narcotráfico del presidente Calderón también ha contribuido. Poco después de llegar al puesto en diciembre del 2006, Calderón envió el ejército a Nuevo León, Guerrero, Michoacán, y Tijuana, comenzando una nueva fase de la acción del gobierno que ahora representa unos 45,000 soldados. Cifras récord de intercepciones, arrestos y extradiciones a los Estados Unidos han interrumpido al “business as usual”. Con los viejos líderes desaparecidos, la segunda y con frecuencia tercera generación de líderes criminales pelean ahora por el territorio.”

“Como su predecesor, Calderón fue electo por la creciente clase media mexicana – ahora casi un tercio de la población. Resaltando por mucho tiempo por las disparidades entre los extremadamente ricos y los desesperadamente pobres, México tiene ahora un centro económico que se expande rápidamente. La clase media de México trabaja en pequeños negocios, tienen sus propios carros y casas, y luchan por mandar sus hijos a la Universidad. Y estos votantes lanzaron al PRI en el 2000, terminando sus 70 años de reinado. Desde entonces, han estado tras los incompletos pasos para crear nuevas organizaciones desde la sociedad civil, demandando transparencia civil y pública, una reforma judicial y de seguridad. Son estos votantes quienes decidieron la elección a favor de Calderón en el 2006 – y es a ellos a quienes él está respondiendo.”

¿Cómo, con toda esa información, todavía te opones a la lucha contra el crimen organizado del Presidente? ¿cómo, con toda esa información, sigues siendo cómplice silencioso de los gobiernos de Tamaulpas, Chihuahua, Coahuila, o Michoacán? ¿Te cae el 20, por fin, de que el problema no es ni Calderón, ni la PFP ni el ejército, sino las autoridades locales?

Felicidades, Betin, has dado un paso grande en la dirección correcta.

Hasta el momento de escribir estas líneas Beto64 no ha podido responder.