Cuando uno escucha de un político o policía corrupto, de inmediato lo cree. Lo que no significa que políticos y policías sean por fuerza culpables de toda joya que se les cuelgue. Más aún, si se considera la facilidad con la cual se hacen enemigos en la política, dichas acusaciones deberían ser tomadas con especial precaución.
Así pues, existen una serie de denuncias hacia al presidente por parte de medios como Proceso, de personajes como López Obrador, y de foristas como Betín de la resortera en Milenio. De ser ciertas, los señalamientos serían una valiosa colaboración en la consignación del delito. Pero de no serlo, son, en el mejor de los casos, una desviación de la valiosa atención pública hacia hechos irrelevantes, atención que sería mucho mejor empleada si se dirigiera a eventos de verdadera importancia. Y en el peor de los casos, es un lamentable intento de sabotear con mentiras la relación entre el gobierno y la población. Guiados por esta idea, nos enfocamos a desenmarañar los hechos tras estas acusaciones.
Comencemos con el caso de Hildebarando
“No, no es una ´guerra sucia´, es presentar pruebas. Guerra sucia es cuando se hace una denuncia y no hay pruebas; es decir, cuando hay mentiras y calumnias. Pero cuando se hace una denuncia con pruebas, lo que se está dando a conocer es un hecho", digo Andrés Manuel López Obrador a EL UNIVERSAL en su edición en internet del 9 de junio.
La acusación:
Exhibida el 6 de junio durante el último debate rumbo a las elecciones del 2 de julio, López Obrador acusó a Calderón de tráfico de influencias con la compañía Hildebarando en la que su cuñado, Diego Zavala Gómez del Campo, posee 18% de las acciones, y que en los últimos cuatro años le habría generado supuestos ingresos por 2 mil 500 millones de pesos, en donde además habrían incurrido en evasión fiscal.
"Nada más para decir que voy a entregar un expediente donde el cuñado de Felipe, "cuñado incómodo", tiene una empresa que le trabaja al gobierno, que ha recibido contratos precisamente de la secretaría, mejor dicho del sector energético cuando Felipe fue secretario, tuvo ingresos por 2 mil 500 millones y no pagó impuestos. Y eso es lo que queremos que ya no siga pasando", fue la declaración de Obrador durante el debate.
Debe decirse que la red está lleno de sitios con la misma acusación que se presenta como algo que no requiere ser cuestionado y verdad evidente. El lector interesado en conocer los hechos tendrá muchos problemas encontrando una explicación aterrizada a lo dicho por Obrador. Esta es una táctica usual de la propaganda, la cual consiste en bombardear al ciudadano con medios afines, dando la apariencia de unanimidad
Los hechos:
Calderón rechazó esa acusación durante el mismo debate."Bajo mi mandato en la Secretaría de Energía ni un solo contrato fue otorgado discrecional o en los términos de la propia reglamentación a algún pariente mío... Nuevamente miente usted, señor López Obrador. Categóricamente niego lo que usted dice... No va a ganar con mentiras, señor López Obrador"
López Obrador, quien se llama objeto de “guerra sucia”, mintió buscando manipular una opinión pública renuente a busca los datos duros. Y sin embargo, esta mentira ha persistido hasta nuestros días.
La realidad:
El Universal investigó a Hildebrando. Encontró que la empresa facturó 2 mil 620 millones de pesos del año 2001 a 2005 en ventas tanto al sector privado como a distintos niveles de gobierno (lo que contradice la afirmación de Obrador de que el supuesto desfalco ocurrió en el periodo septiembre 2003 a mayo 2004, cuando Calderón sirvió en PEMEX) Los contratos con el gobierno federal –en total contradicción con lo dicho por Obrador- fueron por por 129 millones en 2004 y 2005, y se han pagado impuestos por todos ellos.
“¿Esto es lo mismo que Diego Zavala, una persona física, recibiera como ingreso 2 mil 500 millones de pesos, también por contratos establecidos con el sector energético, durante el tiempo que Calderón fue secretario de Energía? –se pregunta Eduardo Valle en una editorial de ese medio del 10 de junio de 2006- “Y para colmo: ¡el "cuñado incómodo" no pagó impuestos! Es lo mismo afirmar esto o lo anterior. ¿O López Obrador calumnia?”
Recordar es volver a vivir
Calumnia, desde luego. Lo más cercano que en La Jornada pudieron encontrar, fueron 10 contratos adjudicados de manera directa y, “según la información de Compranet, no corresponden a renovaciones. La suma de los 10 contratos es un millón 30 mil 976 pesos”; pero no tiene nada qué ver con 2,500 millones de pesos “de los que no paga impuestos”.
Eso es una llana y simple mentira.
El asunto de Hildebarando forma parte de la Denuncia presentada en la PGR contra la mafia del poder en México culpable de la tragedia nacional”. Se lee “Anexo 15 Diversos contratos con dependencias federales de la empresa de Hildebrando Zavala, cuñado de Felipe Calderón, incluidos los firmados con PEMEX cuando era secretario de Energía”. Dudamos que sean 15, ya que la Jornada sólo pudo localizar 10.
Pero el hecho de que los anexos sean improcedentes es lo menos importante. Lo que importa es dar la apariencia de gran contundencia jurídica cuando no se tiene nada. Un “bluff”, como se dice por ahí. O la máxima del propagandista nazi Goebbels “miente, miente que algo quedará”.
Por cierto, Diego Zavala Gómez del Campo demandó a Obrador por calumnias. Podemos adivinar que el Macuspano quedó, como lo hace siempre, impune.
En mi futura participación hablaré de un tema que obsesiona a la Chairiza: el crédito Banobras.
La pruebas en contra de un fraude en la elección del 2006 son abrumadoras. Presento aquí algunas de las más notables:
1)La alianza del peje no dijo nada sobre irregularidades graves el día de la elección ni los días siguientes. Las quejas comenzaron hasta que sabían que habían perdido.
2) Cuando se abrieron las casillas donde había ganado Calderón –y que fueron impugnadas por la alianza- a) no sólo no ganaron votos, sino que los perdieron; b) los errores en las boletas se distribuyeron por igual en todos los candidatos, dejando fuera cualquier sesgo sugiriendo un fraude.
3) Un fraude como el que se anuncia hubiera requerido un ejército de funcionarios y representantes de casilla convertidos en delincuentes electorales. Al día de hoy no se de nadie, pero absolutamente nadie que haya sido si quiera consignado por delitos electorales en esa elección.
4) La Alianza nunca pidió legalmente el recuento de todos los votos, de modo que la autoridad no puede proceder a favor de una petición que no existe
5) Por lo tanto Calderón no tiene ninguna injerencia en decir si quiere o no contar los votos. No depende de él. Lo que Calderón si retó al Peje fue a comparar las actas, y López Obrador se negó.
Ante esta abrumadora evidencia, creer en el Fraude no requiere sino de una fe irracional divorciada por completo de los hechos objetivos
AMLO Perdió
El día 3 de julio el Peje anunció en el noticiario matutino de Carlos Loret de Mola, que tres casas encuestadoras, según él, le daban la victoria en sus conteos rápidos. Se trataba del Instituto de Mercadotecnia y Opinión, de Parametría, y de Covarrubias y Asociados. Pero la primera encuestadora nunca dio a conocer públicamente sus resultados. Peor aún, las otras dos que habían sido contratadas por el Peje, ¡decían que el Peje había perdido! ¡Justamente lo contrario de lo que López anunciaba en cadena nacional! El peje mintió a propósito, descarada y cínicamente. Arreola también miente, puesto que él también vio esas encuestas. Covarrubias nunca dijo que la rata más destacada de la Macuspana hubiera tenido una ventaja de 500 mil votos. Lo que si dijo Ana Cristina Covarubias es que ella, personalmente, le dio el resultado de su conteo rápido a las 12 de la noche del dos de julio, y le dijo que Calderón había ganado. En pocas palabras, las dos encuestadoras contratadas por el Peje le dijeron que había perdido, y no obstante salió a decir que había ganado por 500 mil votos y a inventar el mito más grande de la historia moderna de México –ese y el chupacabras-: el fraude del dos de julio. Reto a Arreola a que contradiga una sola palabra de lo que he dicho. No lo hará, porque sabe que es verdad (y de ante mano digo que si vienen sus gatos a dar lata nomás los vamos a batear). López Obrador y Arreola son tal para cual. Ambos embaucadores y mentirosos.