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miércoles, 19 de enero de 2011

¿Estamos locos?

Ya ni dinosaurios les dicen....

El PRI sabe manejar estas cosas. Esa era la base del conocimiento convencional del taxista con el que hablaba el día de hoy. Se refería al narco y la relación maquiavélica que “todo el mundo sabe”  comparte este con Calderón. Pues bien, si el PRI sabe manejar estas cosas, ¿cómo es que lo hace tan mal en los estados que gobierna?

“Oiga” le digo “¿y por qué los wikileaks no mencionan semejante relación con el Chapo, aún cuando sí hacen muchos señalamientos sobre el desempeño  del ejército o la marina de México (algunos muy críticos, pero no tantos ni tan severos como quieran algunos, en espacial cuando se considera el reconocimiento que también se da a Calderón en dichos documentos).

“Quién sabe por qué será,¿ verdá?” responde  sin confrontar directamente el asunto.

Por alguna razón en este país se ha creado la noción de que el PRI es una maravilla en medio de su corrupción e inmoralidad. Es un poco como el Dios del antiguo testamento, o el padre golpeador: malvado pero inobjetable.

 En este blog hemos demostrado cómo, si bien las administraciones panistas no son ninguna maravilla, sí son mejores que las del PRI, y lo que uno se pregunta es cómo ocurrió que el PRI logró insertar en la mente de tanta gente una mentira tan falta de evidencia. Objetiva.

Veamos, por ejemplo, ¿qué razones tendría el PRI para cambiar su estrategia de combate al crimen organizado, cuando lo que parece es que se beneficia de ella? Es tal el clima de violencia en los estados que gobierna, que nadie sale a votar, sólo su voto duro. Es tal la manipulación que hace de no solo de los medios locales, sino incluso los nacionales, que siempre encuentra el modo de no salir en una foto que lo retrata de cuerpo entero.

De modo que, aunque me quedan muy claras las limitaciones del pan, y aun cuando el tema de la inseguridad está tan sobado que uno ya no halla qué decir que no sea más que repetirse, sin duda me declaro dedicado a combatir esta mentira perversa de que todo estaba mejor con el pri, Y de que lo mejor que nos puede pasar es volver al pri. No hay evidencia para semejantes cuentos.

Este es el legado más nefasto el obradorismo, por cierto, el cual está condenado a ya no ganar nada, pero sí a estorbar y servir, en este sentido, de comparsa al PRI.