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miércoles, 12 de enero de 2011

Ya basta de tantas sangronadas!




Según La Jornada, “Artistas e intelectuales aplaudieron la campaña ¡Basta de sangre!, encabezada por el caricaturista Eduardo del Río (Rius) y el periodista Julio Scherer, que protesta contra la violencia en el país, misma que, en lo que va del sexenio, ha cobrado más de 30 mil víctimas.”
“Señalaron que es fundamental que la sociedad civil exprese, de manera enérgica, su rechazo a la política de Felipe Calderón que ha propiciado el clima de inseguridad y miedo que se vive en México, la cual calificaron de equivocada.”
"¡Ya basta!" de tomarse fotos con ellos....
Hoy Juanito martinez, un forista en Milenio, hizo lo que para mí fue la declaración del día: “Me hubiera gustado ver a Scherer decirle al Mayo Zambada ´Basta´ en su cara”.
Creo que señalar las deficiencias en esta campaña contra el narcotráfico por parte del gobierno no requiere de ninguna capacidad intelectual superdotada, sino de simple sentido común. Hay cosas esenciales que sencillamente se han descuidado, la primera, una comunicación efectiva con los medios y la población. Si el gobierno no observa la lucha propagandística de los narcos merced de medios, supuestos comunicadores, blogs, pseudoforistas, videos de youtube, etc.  sin contrastar con una contrapropaganda, sencillamente no entiende el ritmo de los tiempos. Las respuestas a las víctimas ha sido con frecuencia tardías y los apoyos psicológicos insuficientes. Se les deja a los estados y municipios justificar con demasiada facilidad sus deficiencias, y el trabajo con el Congreso es deficiente por decir lo menos.
Sin embargo, hay algo profundamente erróneo e incluso inmoral en esta campaña de Rius. Ningún llamado al combate a la delincuencia puede ser tomado en serio si se dirige a quien ha demostrado mayor efectividad, que es el gobierno federal, en lugar de quienes han fallado estrepitosamente, que son los gobiernos locales de estados como Tamaulipas,  Chihuahua, o el perredista Guerrero. En segundo lugar el llamado es otra vez a la autoridad y no a la delincuencia. Se trata del mundo al revés, donde el criminal es una suerte de víctima, y la autoridad un victimario. Tal es la lógica perversa de los que se han criado con canciones de la revolución armada que sólo han creado regímenes autoritarios como el de Cuba.


José Angel escribió sobre la editorial de Ciro Gómez Leyva tocando el tema: 



Los hechos ahí están. Sabemos qué gobiernos son los que están coaludidos con el narco. Y al respecto sólo tenemos el silencio de los medios y de sus alcahuetes como tú, Ciro, Rius o la Jornada.
La percepción de una encuesta mal hecha llega a la televisión nacional gracias a un periodismo morboso como el de Milenio y gracias también a un periodista-columnista cobarde que es capaz de mandar hacer una encuesta entre unos cuantos ciudadanos en medio de una coyuntura de violencia inusitada en el país para preguntar si están de acuerdo o no con la violencia. Esto le sirve al periodista-columnista continuar sus rabietas y lloricones reclamos de que el Gobierno Federal se siente a negociar con los narcos. Como las estadísticas no le funcionan a periodista, entonces se saca de la manga una encuesta patito muy a modo, muy manipulable.

El habla de confusión, y esa es una vil mentira que le sirve para congraciarse con los radicales que pregonan que el narco está ganando la guerra, que en su odio visceral contra Calderón no son capaces de reconocerle nada a la Administración, ni la captura de capos, ni el hecho de que son la única administración que ha tomado el toro por los cuernos.

Las estadísticas son desechadas por gente dogmatica que prefiere hablar de la percepción, son los mismos que niegan cualquier progreso económico o social o cultural en nuestro país, pues como ellos dicen que no ven nada, no creen en nada, llegan a la irracionalidad de desechar datos estadísticos veraces. 

Así es la percepción, Bueno, en México tal vez no crean en nada, porque eso muchos de estos incrédulos, vaya que si son muy capaces de creer toda la propaganda, esa si manipulada, que el régimen cubano destila en diarios como Gramma y La Jornada, de que la vida en Cuba es un paraíso, y que ellos no sufren del flagelo del crimen organizado. Eso sí, al régimen castrista le creen todo al pie de la letra, de hecho lambisconamente, ingenuamente, si ellos dicen allá no hay narco en la isla, no hay y punto, si dicen que no hay hambre, no hay y punto, aunque cunda la prostitución por la carencia y pobreza en que viven los cubanos y cualquier extranjero pueda hacerse de droga en la isla, aunque el contrabando de todo tipo sea la orden del día en Cuba, aunque haya tantos asesinatos que la isla no se da abasto con las prisiones. 

¿Cuestión de percepción? No, cuestión de realidades.





Nuestra querida IsaScully lo ha dicho con todas sus letras: esta no es una campaña contra la delincuencia, es una campaña contra el gobierno federal. Ni siquiera se trata de un grupo verdaderamente plural, sino que una vez más es la misma gente indignada por la derrota de López Obrador en la más reciente elección presidencial.
Rius dice, por ejemplo:
“Porque tú eres el responsable de una estrategia fallida e irresponsable. Porque tu falsa guerra es anticonstitucional y la estamos pagando todos. Porque la persecución policiaca y militar no puede por sí misma derrotar al narco. Porque en esta falsa guerra sólo se ha conseguido encarecer la droga y abaratar la vida.”
¿Pero no es poder ejecutivo sino una parte, incluso pequeña, del aparato político del estado mexicano? ¿De verdad podemos creer que los poderes judicial y legislativo, tanto en su conformación federal como en sus numerosas interpretaciones estatales, no tienen mucho que decir sobre si “la persecución policiaca y militar no puede por sí misma derrotar al narco”?
“Porque el crimen no se combate con espots engañosos y estériles por Canal Once”, continúa. “Porque en esta falsa guerra no se ha hecho nada contra el financiamiento del crimen organizado, porque no se ha combatido a las autoridades coludidas con el crimen organizado. Porque en cuatro años de ‘guerra contra el narco’ no hay ningún resultado concreto.”
Esto es propaganda, sin duda. Es en el Congreso donde languidece, por ejemplo, la ley contra el lavado de dinero. Por otro lado, según el vocero de Seguridad Nacional del gobierno federal, Alejandro Poiré, han sido abatidos el 51 % de los delincuentes más buscados :
“Porque queremos un combate al crimen real, no simulado; eficaz, no selectivo; auténtico, no electorero. Porque la defensa de la legalidad no tiene sentido sin la defensa de la vida. Porque el crimen se combate con inteligencia, no con ‘todos los juguetes’ que pides a los Estados Unidos. ¡Cambio de estrategia!”
¿Y si el cambio de estrategia incluye dejar de responsabilizar por todo al ejecutivo federal?

Sostengo que la lucha contra la delincuencia organizada no será efectiva mientras  siga siendo vista como una lucha entre el gobierno, y no de la sociedad contra dicha delincuencia.  Justo a evitar esto es a lo que apuestan quienes victimizan a asesinos callando sus crímenes. Se dice que no hay porque condenar a quien “ya se sabe que hará mal”. Es difícil suponer un argumento más infantil y más perverso que este. La reducción al absurdo sería no cuestionar a Hitler por sus crímenes, sino a la sociedad alemana; o nos hablar de Pinochet, sino de la sociedad chilena.
Siendo fieles a su propio hilo lógico, Rius y sus seguidores deberían pedir un ya basta a la sociedad que ha creado en su seno a semejante raza de asesinos como la que se acribilla en este país.