Hoy sabemos que el único que se disciplinó lo suficiente en la escuela de Montiel fue Peña Nieto, pues su hijos y ahijados no hacían más que embriagarse en bares de Toluca y Metepec con cuentas de entre 30 y 200 mil pesos por briaguiza, eso sí todos hicieron grandes business y ahora son desarrolladores inmoviliarios de peso, gasolineros, propietarios de escuelas, etc. con el fuero que Enrique Peña les ha otorgado.
Lo lamentable de esta historia, no es la ratería e impunidad, eso siempre ha existido, lo verdaderamente trágico es que un político de cinismo y mediocridad tal tenga aspiraciones y posibilidades amplias de ser Presidente, sus acciones son de risa y coraje por lo amañado de las privatizaciones que benefician a pocos y concesionadas a sus mismos cuates Libaneses-Priístas. Pero la cereza del pastel es que quienes lo respaldan en su mayoría son mujeres que se han dejado cautivar por su apariencia de niño galán, qué imbecilidad del México masoquista e ignorante, por ellas y algunos otros mensos tenemos a un gobernante mucho peor de lo que “algunos” merecemos .