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domingo, 21 de agosto de 2011

Moreira en deuda (o los que sí saben cómo gobernar)


Ya hemos publicado aquí la manera en que los estados se gastan el dinero federal con total opacidad, por ejemplo en 

LA LANA NO ES POCA Y A TODOS NOS TOCA!!!



Ahora, este artículo de Juan Ignacio Zavala que se publica en Milenio el día de hoy aborda la deuda de Moreira en Coahuila:
Falsificar, engañar, mentir, y todo para endeudar a los coahuilenses. Ésa es la mentalidad del impune, del que se siente en libertad de hacer lo que le venga en gana.
El asunto de la deuda que dejó Humberto Moreira al estado de Coahuila es una de las muestras más claras de cómo gobiernan los priistas. En este espacio he comentado en varias ocasiones el desastre que resultó ser su gobierno para esa pobre entidad. También he señalado que es un tipo políticamente primitivo y que sus maneras son porriles.
Ahora hay que agregarle algo más a la conducta pública del líder priista: es un defraudador, un mentiroso, un falsificador. Estamos ante lo que de manera común se denomina hampón.
De qué otra manera puede uno explicarse que hicieran llegar a dependencias federales decretos del Congreso de ese estado ¡falsificados! Mintieron a la autoridad hacendaria para lograr respaldar créditos por miles de millones de pesos. Esta conducta es propia de delincuentes.
Falsificar, engañar, mentir, y todo para endeudar a los coahuilenses. Ésa es la mentalidad del impune, del que se siente en libertad de hacer lo que le venga en gana. Se requieren amplias dosis de cinismo para ordenarle a alguien que falsifique decretos de un Congreso. Se requiere desfachatez para mandar esos documentos a la autoridad y solicitar respaldo a los créditos.
Para quien se conduce como cacique no hay límite. A Humberto Moreira no le importó en absoluto dejar endeudadas a generaciones de coahuilenses, ni que bajo su gobierno el estado terminara con la deuda más elevada del país y que ésta se haya multiplicado geométricamente, de 321 millones a más de 31 mil millones. A él eso no le importa, lo que le resultaba prioritario era dejar a su hermano como gobernador. Ahora ya sabemos para qué.
El problema es que la deuda de Coahuila no la pagará el hermano de Moreira, sino los habitantes. Su hermano hará lo posible para servir de tapadera, pero llegará un momento en que no podrá más. Rubén Moreira recibirá de su hermano un estado con crisis para pagar su deuda. Recibirá un estado que su hermano condenó a pagar intereses por los próximos 30 años.
El caso de la deuda de Moreira es un ejemplo de cómo gobiernan los priistas. No rinden cuentas de absolutamente nada, se endeudan de manera irresponsable y son cínicos, mentirosos y defraudadores, como ha quedado claro que es el líder de todos los priistas. Y no sólo se trata de una persona, no es un caso aislado. Los priistas en el Congreso coahuilense aprobaron hace unos días que el gobierno estatal pueda pedir préstamos por 31 mil millones de pesos.
Será difícil para los priistas que no sean de Coahuila defender a su líder. No lo deben hacer porque el señor Moreira está en deuda. Debe dar una explicación de por qué razones su gobierno procedió con falsificaciones y mentiras para acabar en bancarrota.