Algo le ha salido muy mal a Humberto Moreira en sus andares y cálculos politicos, algo grande que esta haciendo muchas aguas en la barca del partido que supuestamente comanda y donde no están muy contentos.
Ernesto Cordero acuso el otro dia a Peña Nieto de estar detrás del caso de la exorbitante e irresponsable deuda de Coahuila y de las sucias maniobras de endeudamiento ilegal cometidas durante la administración de Moreira en ese estado. Peña Nieto no se ha dado por aludido, pero el daño esta hecho.
Cordero sabe perfectamente de lo que esta hablando pues conoce de cerca las participaciones federales de Coahuila y su endeudamiento, así como el de los demás estados de la república, sabe identificar los destinos de los dineros del erario publico, sabe cuanto debe gastar un estado de acuerdo a su población y necesidades especificas, no por nada llego a ser secretario de hacienda.
Y es que hay posta de elefante por toda la geografía coahuilense por donde Moreira y sus secuaces pasaron cometiendo un enorme robo en despoblado, engañando, falsificando documentación y sellos oficiales hasta endeudar a los coahuilenses con la inaudita suma de 32,000 millones de pesos, nada mas, nada menos, mucho mas presupuesto del que prósperos estados de la union americana soñarían jamas tener.
Ahora muchos priistas buscan refugio al desprestigio que este escándalo esta causando en sus filas y los costos se contabilizaran electoralmente, especialmente ahora que arrancan las campañas hacia el 2012 y el tan llevado y traído slogan del nuevo PRI que nos-comprometimos-y-cumplimos, pues parece desmoronarse rápidamente antes las fechorías de su propio presidente de partido. Frente a este escándalo, Moreira se hace que la virgen le habla y Peña Nieto asume su típica actitud de intocable prima donna.
A falta de carisma, de colmillo político, de resultados, de verdadero liderazgo politico, Moreira calculo que podría comprar la presidencia del PRI en base a una campaña cientos de miles de spots en television nacional y una bolsa de miles de millones de pesos para negociar su entrada en las grandes ligas de la política nacional comprando voluntades.
Pero como en política no siempre el dinero lo es todo y hay que tener también estilo y buen tino político, las consecuencias del escándalo del moreirazo son un muy mal augurio para el recién llegado presidente del PRI, que ya se miraba conduciendo la campaña del PRI en el 2012 y cosechando enormes creces políticas.
Pues la imagen de un candidato presidencial es siempre una suma de activos y pasivos, y Moreira no esta resultando un activo que digamos, sino que aceleradamente se esta convirtiendo en una enorme papa caliente ya no solo para Peña Nieto sino para todo el PRI a nivel nacional pues su mera presencia augura saqueos enormes del erario publico si el PRI llegara a la presidencia. Es posible y recomendable que Peña Nieto comience a poner tierra de por medio ante Moreira y también posible que ya se este negociando su cabeza al frente de su partido.
Hoy la pregunta no es si Moreira renunciara al cargo, sino cuando lo hará.
Moreira demuestra un caso de la mas burda ausencia de seso y buen tino politico, ejemplifica la banalidad y estupidez de un gobernador provinciano que quiso comprar su boleto a las grandes ligas vía un increíble e irresponsable gasto del erario y una barbaridad de endeudamiento ilegal cuyas consecuencias vendrán a pagar los biznietos de los honorables coahuilenses.
Y todo ello solamente para venir a perder la presidencia del PRI estrepitosamente en unos cuantos meses. Algo se le pudrió a Moreira y no es precisamente en Dinamarca.
