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lunes, 21 de noviembre de 2011

La Veta Autoritaria



Circa 1469, cuando Isabel y Fernando unieron las coronas de Castilla y Aragón, cada una conservando sus propios reinos y tradiciones, para imponer la ortodoxia, la fe católica y perseguir a la disidencia política en sus reinos, cimentaron para siempre y sin proponérselo, el hálito absolutista y despótico que seria el sello del imperio español por siglos y que a la postre terminarían con su perdida de colonias en ultramar, la caída de su corona y el colapso militar, económico y tecnológico de España.

Empero, antes del colapso de su imperio absolutista, los españoles se encargarían esforzadamente de hacernos el gran favor de trasladar casi perfectamente intacto ese espíritu y cultura de la represión, el absolutismo y despotismo a las colonias en América donde luego de varios siglos de colonización y transculturización, estos rasgos despóticos de la cultura española solo vendrían a revolverse con atributos igualmente autoritarios y despóticos presentes en las culturas locales prehispánicas, que nunca brillaron precisamente por contar con diáfanos modelos democráticos.

En ausencia de monarquías y después de una fallida emulación tropical del modelo federativo y democrático norteamericano que sirvió de inspiración para movimientos independentistas en las ex-colonias españolas, los nacientes lideres políticos y sociales en Latinoamérica traicionarían esos primeros y efímeros buenos deseos de integrar republicas democráticas solidas y en cambio degenerarían rápidamente en tiranías y formas represivas de gobiernos, comúnmente la dictadura de hombres fuertes o de partidos totalitarios, las juntas militares, las oligarquías y en general la monopolización del poder en una especie de circulo vicioso histórico caracterizado por largos espacios de dictaduras oligarquicas y de represión interrumpidos por violentos ciclos de revoluciones y revueltas populares.

México llega al nuevo siglo no intacto de esa surcada y triste historia de revoluciones, dictaduras, represión y carencia de espíritu democrático y de consenso de voluntades que se requiere para formar sistemas de convivencia estables y duraderos.

La nuestra es una cultura de la imposición de uno o unos sobre la voluntad de los otros, o mas bien de “nosotros” y la veta autoritaria, despótica y absolutista que heredamos a través de nuestra historia esta hoy siempre presente en nuestro entretejido político, económico, social y cultural de nuestra sociedad donde el merito y la honradez personal cuenta para nada mientras el clientelismo, el agandalle, la simulación y la artimaña gobiernan el éxito de individuos y grupos.

Las elites que han reclamado para si el derecho a guiar los destinos de nuestra nación, el derecho de informarnos y administrar los elementos principales de nuestra sociedad, las estructuras sociales y económicas y los valores morales, nos han fallado estrepitosamente una y otra vez, dejando siempre una estela de pobreza social y económica, injusticia y desigualdad, pero manteniendo siempre esa maquiavélica efectividad para alargar su estadía en el poder a contra voluntad de sus gobernados y a pesar de su ineficiencia, de su corrupción y despotismo y en base a toda clase de argucias y estafas.

Hoy, al igual que hace cien años, varios grupos de poder luchan entre si para hacerse del control de nuestros destinos económicos, territoriales, sociales, culturales. En esa lucha, al igual que ayer, estos individuos enarbolan banderas ideológicas, figuras redentoras, almanaques que prometen y presagian una nueva era y todo tipo de promesas vanas a una población que observa estupefacta, inerme e impotente como sus prerrogativas y derechos ciudadanos desaparecen cada vez mas en manos de estos grupos hambrientos de poder político y económico.

Hay un PRD donde un candidato se ha impuesto vía una absurda premisa basada en encuestas despreciando profundamente al perredista de a pie, al que sigue a sus lideres, uno de las fuerzas partidistas mas respetables e informadas del país reconocidas por su tesón y entrega, este partido se burla de ellos en sus caras y mancilla sus derechos partidistas. En el PRI cunde el cacicazgo, la humillante y vergonzante sumisión de todo tipo de funcionarios, desde su presidente mismo, al hombre fuerte del partido, quien dicta y pone gobernadores y alcaldes, ordena la agenda de los congresistas y senadores priistas y en el PAN la veta autoritaria no se queda atrás y las cúpulas intentan despojar a los miembros de su derecho a votar y ser votados.
Algo similar vivimos en lo económico, con enormes monopolios que nos dictan lo que debemos consumir, ver o utilizar diariamente, PEMEX monopolizando los hidrocarburos, obligándonos a consumir sus productos de mala calidad a precios exorbitantes, CFE hace lo mismo, Telmex, Cemex y muchos otros monopolios privados nos agobian con altísimos precios por sus productos y servicios. Las practicas monopólicas son la otra cara terrible de esa veta autoritaria y despótica que no parecer irse nunca de nuestro país.
El autoritarismo cunde también en nuestros sindicatos, en el magisterio por supuesto, en nuestras universidades donde rectores manipulan las estructuras administrativas y coaccionan el voto de sus representados para mantenerse en el poder. En las instituciones deportivas que gobiernan los torneos nacionales de futbol soccer, basquetbol, atletismo, en todas ellas también están presentes esos vicios de clientelismo e imposición.

¿Porque ni siquiera en esas instituciones educativas o sociales podemos observar consenso y elecciones limpias y sin conflictos post-electorales? ¿y porque no podemos ver a miembros y ciudadanos fuertemente activos hacia dentro de esas organizaciones?

¿Que sucede en México que no entendemos el valor del consenso democrático? ¿Qué nos hace falta en nuestra educación cívica para poder alcanzar niveles de integración democrática y consensual aceptables para que nuestro país avance a sistemas de convivencia y gobierno modernos y efectivos que garanticen el pleno uso de derecho de sus ciudadanos?

¿Qué sucede en nuestras sociedades que vivimos bajo la constante amenaza o miedo de que un tirano tome el poder para si y elimine nuestras libertades? ¿O acaso es que nuestra cultura nos predispone a aceptar la tirania como normalidad y por eso es que le tenemos tanto miedo?

Este miedo constante a caer en el totalitarismo nace de nuestra profunda convicción de que somos un pueblo anti-democrático, violento en su proceso de tomar decisiones y que desprecia los consensos y prefiere confiar en el hombre fuerte, el redentor.

Preocupa que nuestros políticos, que se preparan para participar en un proceso democrático de elecciones, no demuestren primero y antes que nada su espíritu democrático jugando limpiamente la competencia interna, acatando las reglas y estatutos de convivencia de su propio partido y respetando a sus compañeros de partido que supuestamente deberían elegirles como candidatos nominados.
Preocupa que empresarios se armen legalmente con todo tipo de amparos para proteger sus castillos monopólicos contra toda competencia.
Preocupa que nuestros hijos crezcan mirando como en nuestra sociedad se debe jugar con ventajas y torciendo las leyes para poder ser exitosos.

Nunca desaparecerá la amenaza contra nuestras libertades y derechos  mientras existan hombres y mujeres cuyas estropeadas almas persigan solamente el poder absoluto. Cada hombre y mujer tiene un derecho perfectamente humano, que nuestra libertad individual garantiza, de ser un individuo por si mismo y en si mismo y jamas convertirse en un medio o carne de cañón de otro individuo o grupo. Nada tenemos que temer de un hombre libre, que se sostiene a si mismo en sus creencias, pero el mas grande peligro para nuestra republica hoy en día son aquellas personas que estrechan y besan sus propios yugos ideológicos y mesiánicos porque en su fanatismo serán capaces de todo por defender a sus propios opresores .

Mi hijo acaba de graduarse. Deseo que un día el pueda entregarle una republica de verdaderas libertades y democracia a sus hijos y sus nietos.

Flash, Isa, Eddie, Depredador, Cuervo, Tres Delfines, amigos foristas y visitantes, y todos aquí, todos los días, las discusiones con total libertad, los argumentos que esgrimimos libremente, las coincidencias y otras no tanto, las batallas que peleamos son por las mentes y la conciencia de nuestra sociedad, de nosotros mismos, por cambiar las definiciones invertidas que hoy hieren y lastiman a nuestra joven democracia y me congratulo enormidades por tener la oportunidad de compartir este pequeño espacio con todos ustedes. 

Muchas Gracias!