Hasta ahora los comunicadores nos han dicho qué pensar de los debates del pan. Los debates como tales, insisto, a penas comienzan a ser subidos para ser accesibles para todo el mundo,esto debido a nuestra aberrante ley electoral. Miremos y decidamos por nosotros mismos.
Este es a penas el primero!!
El PRI, en un obvio retroceso en las prácticas democráticas, ha evadido el debate por el dedazo. Ahora, con un candidato que se ahoga en un vaso con agua, pagan las consecuencias ¡Y la campaña aún no empieza!
En el PRD, donde el debate jamás ha existido, solo subsiste la guerra de caudillos de la cual ha surgido el macho alfa más agresivo.
Que el elector tome nota.
Para evidenciar como los debates son cosa normal en las democracias maduras, y cómo se dicen cosas duras en estos encuentros sin que nadie se sienta agredido, pongo aquí una reseña de uno de los debates republicanos que ocurren en este momento en los Estados Unidos. Estos debates son calificados por la opinocracia mexicana como "espectaculares", pero cuando intercambios mucho más tersos pasan en México, rápidamente se montan en la campaña destructiva de adoptar como propias las críticas, ignorando las propuestas, de las cuales por cierto ni nos enteramos.
De ahí, de nuevo, la necesidad de ver del debate por nosotros mismos y decidir.
Washington, 10 dic (EFE).- El precandidato Newt Gingrich, favorito en las encuestas para obtener la nominación de su partido en las elecciones presidenciales de EEUU, fue hoy el blanco de los ataques en el nuevo debate republicano.
Gingrich y su principal rival en los sondeos, el ex gobernador de Massachusetts Mitt Romney, dominaron claramente el primero de dos debates en cinco días en Iowa, el estado que el próximo 3 de enero abrirá la temporada de primarias republicanas.
Gingrich, ex presidente de la Cámara de Representantes, sacó las garras casi desde el primer momento, cuando replicó a Romney -que en una alusión a él había hecho una crítica a los políticos profesionales- que "la única razón por la que usted no es un político profesional es que perdió la elección para el Senado contra Ted Kennedy en 1994".
El ex gobernador de Massachusetts replicó entre las risas del público que también podría haberse convertido en jugador profesional de fútbol americano de haber entrado en la Liga. Más en serio, aseguró que perder esas elecciones le permitió entrar en el sector privado y recibir allí la experiencia necesaria para saber cómo gestionar de la mejor manera la economía del país.
Pero el momento en el que ambos se enzarzaron más duramente tuvo lugar al abordar Oriente Medio y, más precisamente, las declaraciones de Gingrich el viernes acerca de que el palestino es un "pueblo inventado".
Gingrich, cuya campaña había emitido hoy un comunicado en el que trataba de matizar sus declaraciones -aunque no las corregía-, insistió en que esas declaraciones "son la verdad".
Con un título universitario en Historia, el ex presidente de la Cámara insistió en que el derecho de retorno que reclaman los palestinos "carece de base histórica" y que el término Palestina no se comenzó a usar hasta después de la guerra israelo-palestina de 1967. Hablar del pueblo palestino, aseguró, es "una guerra de propaganda".
Romney, a su vez, consideró un "error" esa declaración. Aunque aseguró que como presidente estadounidense prestaría todo su apoyo a Israel, "no debemos hablar en nombre de Israel", advirtió.
Declaraciones como la de Gingrich, agregó, sólo contribuyen a hacer aún más volátil una situación ya de por sí incendiaria. "Lo último que le hace falta a (el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu) es que se le cree aún más inestabilidad en su vecindario".
El millonario Romney, que hasta el reciente despegue de Gingrich en las encuestas estaba considerado el aspirante con más posibilidades de lograr la candidatura, quiso en todo momento evitar perder la compostura y proyectar una imagen de persona normal y corriente.
Pero en un momento dado cometió un traspiés que puede restarle votos en las próximas semanas al replicar, tras una afirmación de Rick Perry sobre su mandato, que le apostaba al gobernador de Texas que estaba equivocado "10.000 dólares", una cantidad más que sustancial para el estadounidense medio.
Gingrich y Romney también mostraron sus diferencias en lo relativo a inmigración: el ex presidente de la Cámara abogó por una vía para la regulación de al menos ciertos indocumentados, aquellos con raíces demostradas en el país y al menos 25 años de estancia, mientras que Romney se declaró en contra de "ningún trato de favor".
El resto de los aspirantes, muy descolgados en las encuestas, intentaron dejar su marca en el debate, una de sus últimas oportunidades para subir puestos antes del "caucus" de Iowa.
La congresista Michelle Bachmann quiso identificar a sus dos principales oponentes al describirlos como el dúo "Romney-Gingrich", mientras que el ex senador Rick Santorum y el sempiterno aspirante presidencial Ron Paul tampoco se abstuvieron de lanzar sus dardos contra el ex presidente de la Cámara.
Ausente del debate estaba Herman Cain, el empresario que, tras convertirse por sorpresa en uno de los favoritos de la contienda, se vio obligado a renunciar la semana pasada por un escándalo sexual.
Tampoco estuvo presente el ex gobernador de Utah Jon Huntsman, quien, último en las encuestas, ha optado por centrar todos sus esfuerzos en Nuevo Hampshire, el siguiente estado en el calendario electoral y que celebrará sus primarias el 10 de enero.
La pruebas en contra de un fraude en la elección del 2006 son abrumadoras. Presento aquí algunas de las más notables:
1)La alianza del peje no dijo nada sobre irregularidades graves el día de la elección ni los días siguientes. Las quejas comenzaron hasta que sabían que habían perdido.
2) Cuando se abrieron las casillas donde había ganado Calderón –y que fueron impugnadas por la alianza- a) no sólo no ganaron votos, sino que los perdieron; b) los errores en las boletas se distribuyeron por igual en todos los candidatos, dejando fuera cualquier sesgo sugiriendo un fraude.
3) Un fraude como el que se anuncia hubiera requerido un ejército de funcionarios y representantes de casilla convertidos en delincuentes electorales. Al día de hoy no se de nadie, pero absolutamente nadie que haya sido si quiera consignado por delitos electorales en esa elección.
4) La Alianza nunca pidió legalmente el recuento de todos los votos, de modo que la autoridad no puede proceder a favor de una petición que no existe
5) Por lo tanto Calderón no tiene ninguna injerencia en decir si quiere o no contar los votos. No depende de él. Lo que Calderón si retó al Peje fue a comparar las actas, y López Obrador se negó.
Ante esta abrumadora evidencia, creer en el Fraude no requiere sino de una fe irracional divorciada por completo de los hechos objetivos
AMLO Perdió
El día 3 de julio el Peje anunció en el noticiario matutino de Carlos Loret de Mola, que tres casas encuestadoras, según él, le daban la victoria en sus conteos rápidos. Se trataba del Instituto de Mercadotecnia y Opinión, de Parametría, y de Covarrubias y Asociados. Pero la primera encuestadora nunca dio a conocer públicamente sus resultados. Peor aún, las otras dos que habían sido contratadas por el Peje, ¡decían que el Peje había perdido! ¡Justamente lo contrario de lo que López anunciaba en cadena nacional! El peje mintió a propósito, descarada y cínicamente. Arreola también miente, puesto que él también vio esas encuestas. Covarrubias nunca dijo que la rata más destacada de la Macuspana hubiera tenido una ventaja de 500 mil votos. Lo que si dijo Ana Cristina Covarubias es que ella, personalmente, le dio el resultado de su conteo rápido a las 12 de la noche del dos de julio, y le dijo que Calderón había ganado. En pocas palabras, las dos encuestadoras contratadas por el Peje le dijeron que había perdido, y no obstante salió a decir que había ganado por 500 mil votos y a inventar el mito más grande de la historia moderna de México –ese y el chupacabras-: el fraude del dos de julio. Reto a Arreola a que contradiga una sola palabra de lo que he dicho. No lo hará, porque sabe que es verdad (y de ante mano digo que si vienen sus gatos a dar lata nomás los vamos a batear). López Obrador y Arreola son tal para cual. Ambos embaucadores y mentirosos.