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domingo, 25 de diciembre de 2011

Semblanzas: China y las Guerras del Opio


China es un país con una cultura milenaria y con enormes lecciones históricas que son hoy materia de estudio en universidades e instituciones de investigación. China es hoy la segunda economía del mundo y si logra mantener sus tasas de crecimiento económico en dos o tres décadas podría convertirse en la primera potencia económica del orbe. Gracias a la implementación de reformas económicas, China ha pasado de ser una de las naciones mas pobres y atrasadas del mundo a ser una de las influyentes en materia económica, comercial y política en todo el mundo.

Hacia finales del siglo XVI, China era considerada una de las mas grandes potencias económicas del planeta, habían desarrollado formas de transmisión de conocimientos y ciencias y su cultura y su enorme población y territorios despertaban un enorme interés en los estados europeos que buscaban expandir su espacio comercial.

Varias misiones de jesuitas intentaron abrir China al comercio durante el siglo XVI, China tenia una agricultura rebosante, había desarrollado algunas tecnologías avanzadas, sus porcelanas y sedas eran las mas finas del mundo y sin embargo casi no comerciaba con el exterior, era un país orgulloso de si mismo y cerrado al exterior. 

Los jesuitas traerían a la China del siglo XVI los famosos relojes mecánicos que eran la maravilla europea del siglo, pero los jerarcas chinos en lugar de intentar aprender de esas nuevas ingenierías, apenas alcanzaron a apreciar en ellos nada mas que un extravagante juguete. Ese desdén por las nuevas tecnologías y los avances europeos en la ingeniería aplicada tendría graves consecuencias para la dinastía Ming y para la historia de China. 

Los relojes europeos eran verdaderas maquinas de ingeniería que eventualmente seria aplicada a muchas otras invenciones, como las maquinas de vapor, las bicicletas y los rifles, avances europeos importantes que significaban ventajas militares y tecnológicas sobre otras regiones del mundo como Asia, África y América, regiones que serian conquistadas y colonizadas gracias al impacto de estas tecnologías superiores en su poder militar, y la misma China seria subyugada y humillada por esas potencias europeas un par de siglos mas tarde y con devastadoras consecuencias.

Las porcelanas y la seda china eran los productos mas cotizados en Europa, que no terminaba nunca de comprar mas y mas de esos productos chinos, hacia el siglo 18, el te chino llego a Europa y los barcos zarpaban del continente cargados de plata hacia China para volver repletos de productos de esa nación. La revolución industrial de Inglaterra, Francia y otras naciones había convertido a Europa en enorme mercado de consumo.

Pero mientras los europeos eran ávidos consumidores de productos chinos la población de China casi no tenían interés en adquirir artículos europeos, lo cual fomentaría un desbalance comercial que favorecía a China y donde las potencias europeas, principalmente Inglaterra salían perdiendo comercialmente. Así a los puertos de china llegaban los barcos europeos a entregar plata de Europa a cambio de llevarse cargamentos de porcelana, seda y te. Por ordenes imperiales, China solo aceptaba plata para las compras de sus productos. 

La creciente demanda de te en Inglaterra y el tener que pagar a China en plata resultaba en grandes déficits comerciales para esa potencia europea. Inglaterra estaba en el estándar de oro desde el siglo 18, y se vio obligada a comprar plata en otros países, incluido México. Pero los ingleses, que eran tan innovadores como pragmáticos, no precisamente habían sido alguna vez famosos por sus escrúpulos y etica a la hora de hacer sus negocios, donde las consideraciones de caracter humano no tenían lugar en sus libros de contabilidad, que necesariamente debían mostrar números negros, así que pronto encontrarían la manera de darle la vuelta a la ecuación comercial con un nuevo y terrible producto que vender en China: el opio. 

Hacia 1817 los ingleses se toparon con el opio de la India, un poderoso y adictivo narcótico que creaba clientes asiduos y traía jugosas ganancias a sus productores y mercaderes y el crimen organizado.  Los ingleses ordenaron a muchos agricultores de algodón en India que comenzaran a sembrar opio, bajo la supervisión de la British East India Company. Hasta esa época el opio era usado como un ingrediente medicinal y su utilización era restringida por leyes contra su abuso en China. Con apoyo de mercaderes chinos, de algunos gobernadores locales corruptos y de contrabandistas, Inglaterra convirtió en clientes adictos a millones de ciudadanos chinos dañando severamente el tejido social de su sociedad. Para principios del siglo 18, los desbalances comerciales entre las dos naciones se habían corregido gracias a las ventas de miles de toneladas de opio a China.

Desesperados ante la afectación social y los problemas económicos, algunos oficiales en las cortes chinas abogaban por una legalización del opio para poder gravarlo fiscalmente, pero esas voces fueron derrotadas por quienes defendían reprimir el abuso de la droga y penalizar su comercialización. 

Al final, el tema del opio ocasionaría una guerra desastrosa para China donde el ejercito chino, a pesar de sus vastos números, nada pudo hacer frente a las ventajas tecnológicas de la maquinaria militar europea y tendría que aceptar humillantes condiciones comerciales de Inglaterra y otras potencias, tendría que ceder Hong Kong y algunos puertos y abrirse a toda clase de productos europeos. Las guerras del opio convertirían a China en una nación subyugada durante largos siglos de colonialismo europeo.  China tardaría mucho tiempo para recuperarse de la pobreza y el atraso económico, social, tecnológico resultado la inescrupulosa rapiña de las potencias occidentales pero también de haberse cerrado a adoptar tecnologías nuevas.

Estos eventos tienen similitud hoy en nuestros días cuando cargamentos de drogas provenientes de países pobres inundan las calles de ciudades norteamericanas y europeas donde millones de ciudadanos adictos conforman los mas grandes mercados de consumo de estupefacientes en el mundo. Al mismo tiempo estas naciones ricas colonializan nuestras pueblos con sistemas bancarios e imposiciones comerciales e inundan también nuestras comunidades con no menos terribles drogas y productos: sus Coca-Colas, Pepsi-Colas, sus Marlboros y por supuesto sus letales armas.


Esta es una historia que ha sido escrita muchas veces en muchos textos históricos, incluidos nuestros libros de texto de primaria en Mexico. Existen multiples fuentes para quien desee profundizar en su conocimiento del tema.