La descalificación encabezada por John Ackerman y Octavio Rodríguez Araujo al MPJD y Sicilia, acusándolo de filopanista, falso demócrata y progresista, soberbio y distractor, no solo son delirantes, sino que delata la estrategia del inmovilismo lopezobradorista bajo el concepto de solo-creo-en-él sustentado en la "fe y formado en la espiritualidad del amor al prójimo", como dice el spot del cristianismo legítimo. Para ellos, mezclar lucha contra la violencia y reforma política, es maniobra de la mafia del poder, pues consideran que la violencia actual es complot para confundir al pueblo, de cuya representatividad ellos tienen el monopolio.
Para los intelectuales del lopezobradorismo, los muertos y desaparecidos de la violencia del país, no son políticamente correctos y por tanto, su reconocimiento y defensa significan una táctica distractora. Del delirio de Ackerman y Rodriguez Araujo, la aparición de Sicilia en la escena es un acto contra la causa verdadera y es un pecado, haber convertido su dolor en una causa ciudadana. Según su tesis, lo políticamente correcto es convertir el dolor en una dieta vitalicia.
Siguiendo la lógica de su argumentación tóxica, como ellos hacen, el complot de la ultraderecha decidió asesinar a Juan Francisco el hijo de Sicilia, para generar un falso movimiento y desviar la lucha verdadera. ¿Qué movimiento democrático, no se propuso desde la minoría reformas de cambio? y ¿Qué hizo la oposición durante décadas, sino eso?
Para Ackerman y Rodríguez Araujo, Sicilia debía aprender a respetar y no meterse en asuntos de política; debía pedir permiso y no establecer diálogos prohibidos. Para ellos, grave pecado cometió Sicilia al no exigir la renuncia de Felipe Calderón y no fabricar una nueva frustración como le dictó “la mesa 6 de Juárez” donde se sirvieron los enviados del lopezobradorismo, mientras Sicilia atendía madres, viudas y huérfanos en la caravana del consuelo.
Estoy de acuerdo en el reclamo de Luis Hernández Navarro cuando afirma que los legisladores no han hecho nada y son parte del problema. Pero esta crítica va directamente al centro más alto del lopezobradorismo en el congreso, pues justamente es la senadora del PT Rosario Ibarra de la Garza, presidenta de la Comisión de Derechos Humanos del Senado, quién en la actual LXI legislatura 2009-2012 y en lo más alto de la violencia, solo ha tenido 2 intervenciones en el pleno, en lo que podría considerarse una de las más pobres actividades legislativas, rayando, esa sí, en una desaparición inexplicable. ¿Es el inmovilismo, la línea correcta?
Desde esa posición privilegiada para denunciar y actuar, no hay un solo pronunciamiento sobre las ejecuciones de inmigrantes en San Fernando, ni de los 50 mil muertos y las miles de desapariciones; tampoco hubo el mínimo interés y hasta curiosidad de la presidenta de la Comisión de Derechos Humanos del Senado, para asistir a Chapultepec y escuchar demandas en las que como todo legislador o ciudadano, podía o no estar de acuerdo y ahí haber impugnado la Comisión de la Verdad solicitada por el MPJD y de la que ella está en contra. ¿Por qué no estuvo? ¿Es eso democrático y solidario?
¿Será que ella solo dialoga con el pasado y su propia causa y con nadie más? Pero tiene sus excepciones: la senadora Ibarra en su intervención del 29 de marzo de 2011, dijo que se entrevistó hasta en 39 ocasiones con Luis Echeverría, de las cuales nunca se enteró el Frente Nacional Contra la Represión FNCR. Sin caer en el mismo maniqueísmo, pese a esos diálogos privados y que no le resolvieron a ella nada, la fuerza de su demanda fue antecedente para lograr leyes de amnistías, excarcelaciones, retorno de exiliados y la reforma política de 1977. Si algún antecedente tuvo la reforma reyesheroliana, fue la guerrilla y la lucha contra la represión.
Se acusa a Sicilia y los twitteros, por demandar candidaturas independientes y abusar de una representatividad ciudadana ¿no lo hacen los ciberporros que en nombre del pueblo, insultan o acusan a quién critique al lopezobradorismo en el internet?
Sicilia y el MPJD no pidieron permiso, pero tampoco le quitaron nada a nadie y ni siquiera voltearon al templo de los marxistas fariseos. Son parte de las mejores causas actuales y lograron mover ciudadanía, víctimas, secretos, conciencias, gobiernos y fuerzas políticas, poniéndolas frente a frente en medio del desasosiego nacional y el futbol.
Con Sicilia o sin Sicilia, la Ley de Seguridad Nacional será aprobada por el congreso, no le echen esas pulgas al poeta. Sin embargo, el veto profundo a la ley de marras, proviene del diálogo que se impuso en Chapultepec y no del cielo –donde por cierto, vía spot- ya admitieron en la nueva biblia, a los que tienen dinero!
Rodríguez Araujo y Ackerman le piden congruencia al poeta y se retuercen por los besos y abrazos. Serenense, ya les llegaran los suyos del amoroso con lengua de fuego.