Las boletas electorales de la elecciones de 2006 se encontraban a un paso de ser destruidas (que no "quemadas" o incineradas como dicen algunos).
¿La razón?
La ley permite (y mandata) la destrucción de las boletas una vez pasado el tiempo de ley para ello por que guardar y custodiar dicha papelería es muy costoso. Las boletas de 2006 se encuentran en 32 bodegas custodiadas por militares a un costo de cuatro millones de pesos anuales para el erario y desde 2006 han vivido un tortuoso proceso entre los que quieren y pedían desde el principio el famoso "voto por voto, casilla por casilla", quienes se negaron debido a que según la ley en ése momento abrir los paquetes electorales significaría perder una elección (según ellos) legítimamente ganada y quienes desde fuera pidieron siempre abrir la papelería.
Varios fueron los factores, los actores y los pasos con que ha contado ésta historia. Aparte del muy conocido caso de López Obrador, está el caso de la revista Proceso, quien desde hace ya mucho tiempo, vía su director Rafael Rodríguez Castañeda se han negado a aceptar que la papelería sea destruida.
Dicha solicitud sufrió varios reveses, entre ellos en el IFE y en la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
El caso fué llevado hasta la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), la cual después de detener (una vez más) la destrucción mediante una solicitud al IFE finalmente falló a favor de terminar el capítulo electoral vía la destrucción de dicha papelería.
Sin embargo, ahora el caso fué llevado ante la ONU, última instancia internacional que le quedaba a Proceso. Esta vez fué la ONU, por medio del Alto Comisionado de los Derechos Humanos quien pide que no se destruyan las boletas como MEDIDA CAUTELAR.
Cabe mencionar que las boletas serían destruidas junto con las boletas de 2012. Lo que demuestra que destruir las boletas no es un proceso extraño ni mucho menos extraordinario si tomamos en cuenta que las del 2012 serían destruidas en la primera quincena de Noviembre, a escasos cuatro meses de las elecciones.
Aclaro también que la solicitud de la ONU podría tener el mismo fin que las anteriores, ésto es, que aunque se ha pedido la NO destrucción de las boletas mientras se falla a favor o en contra de abrir la paquetería podría, como ha pasado ya varias veces fallar a favor de que sea destruida, dependiendo de la valoración de todos los datos, como ya sucedió con las instancias anteriores, las cuales una y otra vez han detenido el proceso y una y otra vez también lo han vuelto a echar a andar. La medida cautelar de la ONU da, por el momento SOLO siete meses de gracia para que puedan demostrar unos y otros si deben ser o no deben ser destruidas.
Personalmente no estoy de acuerdo en la destrucción de la papelería pues éso sembraría para siempre la duda acerca de la legitimidad de las elecciones.
Sergio Aguayo analista, dice que la ley, si bien no permitía el voto por voto, casilla por casilla, no prohibía expresamente que las boletas fueran digitalizadas, aunque a decir verdad, éso significaría en pocas palabras abrir la papelería y hacer un recuento "voto por voto, casilla por casilla" para llevarlo a cabo.
Y yo tengo aquí una duda "legítima"... la pregunta es si acaso se lograra la apertura de los paquetes electorales y AMLO y sus seguidores como Proceso tuvieran razón, sabemos ya todos lo que pasaría pero.. en caso de que el conteo demostrara que le elección de 2006 fué legal y que los votos favorecieron siempre a Calderón.. ¿Qué pasaría con quienes han criticado al gobierno durante seis años? ¿Serían capaces de pedir disculpas, si no al hombre que denostaron durante años.. al país en general? ¿Sería AMLO capaz de hacer éso o inventaría un pretexto más como por ejemplo que en éstos años se "arregló" la papelería? Sabemos de la calidad moral de AMLO para aceptar sus errores pero.. ¿Qué tal la de Proceso? ¿serían capaces de dar el mismo espacio que han dado durante años para aclarar que estaban equivocados? ¿Y los "moneros" e "intelectuales".. sería capaces de rectificar?
Yo, la verdad, lo dudo.