Dice Arreola que dice AMLO que tiene en su poder una encuesta donde 15 millones de mexicanos votarían por él. Información tan importante, desde luego, debería ser compartida: ¿Quién hizo la encuesta? ¿Fue antes del quemón con el SME? ¿Consideraba a AMLO sólo, o en combinación a algún partido político? Desde luego, a pesar de su aparente importancia, la fuente no será revelada por una razón bien simple: es falsa y está dirigida a animar a sus cada vez más desanimadas tropas. Es el mismo síndrome que se expande ahorita entre los fanáticos de los ovnis asegurando que Obama “muy pronto” revelerá la verdad de lo que conoce el gobierno estadounidense sobre estos objetos. Cada nueva administración se ha enfrentado al mismo rumor, y por alguna razón todavía queda quien lo cree.
Más aún, ya sabemos que Arreola tiene gente en el SDP –asalariada o no- haciendo de guardia. Son los mismos que vienen a decir que quienes lo criticamos somos pagados por el Cisen, y que instantáneamente defienden la esquizofrénica y incoherente agenda de Arreola. ¿Pero y los otros pejistas? Arreola presenta información que, de ser cierta, posicionaría fuertemente a su candidato a la presidencia. ¡Caramba! Es como ganarse la lotería y no celebrar. Pero no, se dice todo esto de forma oscura y taciturna, sin dar fuentes, metodología y periodos de captura. ¿Cómo es que toda encuesta denostando a López Obrador es de inmediato descalificada, pero esta que no tiene ni fondo ni forma se defiende? ¿Dónde están los que yo llamaría verdaderos pejistas que reaccionarían ante un engaño de este tamaño? Quizás dudando, porque de ser esto un embuste más, sería un embuste creado por López mismo y diseminado por Arreola, su propagandista. Es realmente para pensarse.
