¿Cuántas veces se la puede demostrar a un flat lander que la tierra no es plana antes de que deje de ser divertido? ¿Cuántas veces se puede explicar la llegada de la Apollo a la luna antes de que los “iluminados” que se creen poseedores de una verdad superior comiencen a ser indiferentes? Tal vez porque muy pocos de esos maniacos logran la primera plana de los diarios. Hay, sin embargo, un demente que sigue visitando esa primera página de los periódicos quizás porque hace mucho los editores de diarios saben que lo grotesco vende –¿y quién más grotesco que López Obrador?- Sin embargo, ahí está, llenándose la boca de lugares comunes, de frases vacías e hipócritas que, por si algo faltara, hay quien se las cree.
El domingo, en su última homilía, por ejemplo dijo:
”Durante este tiempo, juntos, en un ejercicio permanente de diálogo circular, hemos venido conociendo mejor la realidad del país; sabemos que desde el gobierno de Salinas, al amparo del poder público, se empezó a conformar la actual oligarquía, integrada por traficantes de influencias y políticos corruptos que, no sólo se han hecho inmensamente ricos sino que mantienen secuestradas a las instituciones constitucionales.”
Cuando un lee semejantes declaraciones no puede sino preguntarse dos cosas: 1) ¿a quién van dirigidos semejantes declaraciones engañabobos? 2) el hecho de que Obrador pueda decir tamañas patrañas sin que sus sirvientes de inmuten no puede deberse sino a que no hay ni un átomo de decencia entre ellos. Me explico: ¿Cuántos salinistas gravitan en torno de AMLO? Tenemos a Camacho Solís, por ejemplo, quien se dice fue el guapo que saliera con la idea de animar a Salinas a anunciar su triunfo frente a las cámaras, luego de que a Bartlett se le hubiera caído el sistema. Y no sólo tenemos a Camacho, sino también a Marcelo Ebrard –por cierto ¿estaba en el mitin?- o José Guadarrama, a quien los perredistas en la época de Salinas acusaban de ser un verdadero cazador de izquierdistas. Cientos de ellos, se dice, fueron asesinados durante la presidencia de Salinas. Y ahora, “el mata perredistas” anda al lado de AMLO.
Analicemos la expresión “que desde el gobierno de Salinas, al amparo del poder público, se empezó a conformar la actual oligarquía, integrada por traficantes de influencias y políticos corruptos que, no sólo se han hecho inmensamente ricos sino que mantienen secuestradas a las instituciones constitucionales.”
¿Qué significa decir “desde el gobierno de Salinas”? ¿Significa que ya había otra antes pero que ya no interesa? ¿O de veras la corrupción gubernamental inició con Salinas y antes no? AMLO parece referirse a la primera solución cuando remite: “se empezó a conformar la actual oligarquía”. Lo que no se entiende es si la de antes no estaba integrada por traficantes de influencias y políticos corruptos que, no sólo se han hicieron inmensamente ricos sino que mantenían secuestradas a las instituciones constitucionales.
Cuando uno se toma el trabajo de desmantelar el discurso de Obrador así, su estúpido maniqueísmo, su mala fe en querer engañar pintando una era anterior a la corrupción “amparada en el poder público”, en un tiempo en que las instituciones “no estaban secuestradas” por gente sin mayor ambición que volverse “inmensamente ricos” es inmoral por donde se le vea, especialmente cuando defendía, a un lado suyo, al lider del SME, alguien que sin duda es culpable de todos y cada uno de los delitos que acusa en otros, pero que hace como que no ve en los propios. ¿Es que de verdad se puede insultar más la inteligencia de la gente? Y eso no es lo más increíble. Lo increíble es que lo hace en frente de miles que todavía vitorean el embuste, la farsa y la burla frente a ellos.
Pensaba continuar diseccionando el resto de la homilía de lopitoz, pero creo que no tiene sentido. Un párrafo da materia suficiente para reconocer por enésima vez al demente manipulador al cual la república debe enfrentar embestida tras embestida. Mis amigos me dicen que es una flojera mi compromiso ridiculizando a la causa lopezobradorista, y en verdad, hay veces que les creo. El embuste parece tan evidente que da la impresión de no tener mayor sentido. Más aún, está tan lleno de lugares comunes que ya ni siquiera los detectamos. Uno tiene que hacer un gran esfuerzo para seleccionar, separar y concluir de las mentiras que palabra tras palabra, renglón tras renglón, párrafo tras párrafo, recurre este que se hace llamar “presidente legítimo”. Pero como razonaba más arriba, al resto de los locos están destinados a poblar los manicomios, a ser la nota de color de algún oscuro artículo, pero este loco grita y gesticula aún en la primera cara del periódico. Exhibir a Obrador es un trabajo a veces divertido, a veces frustrante, pero, no me queda duda, necesario.
Sin embargo, como el Subcomandante Marcos no los recuerda, AMLO no es más que el síntoma de una enfermedad más profunda a la cual más tarde nos habremos de referir.
La pruebas en contra de un fraude en la elección del 2006 son abrumadoras. Presento aquí algunas de las más notables:
1)La alianza del peje no dijo nada sobre irregularidades graves el día de la elección ni los días siguientes. Las quejas comenzaron hasta que sabían que habían perdido.
2) Cuando se abrieron las casillas donde había ganado Calderón –y que fueron impugnadas por la alianza- a) no sólo no ganaron votos, sino que los perdieron; b) los errores en las boletas se distribuyeron por igual en todos los candidatos, dejando fuera cualquier sesgo sugiriendo un fraude.
3) Un fraude como el que se anuncia hubiera requerido un ejército de funcionarios y representantes de casilla convertidos en delincuentes electorales. Al día de hoy no se de nadie, pero absolutamente nadie que haya sido si quiera consignado por delitos electorales en esa elección.
4) La Alianza nunca pidió legalmente el recuento de todos los votos, de modo que la autoridad no puede proceder a favor de una petición que no existe
5) Por lo tanto Calderón no tiene ninguna injerencia en decir si quiere o no contar los votos. No depende de él. Lo que Calderón si retó al Peje fue a comparar las actas, y López Obrador se negó.
Ante esta abrumadora evidencia, creer en el Fraude no requiere sino de una fe irracional divorciada por completo de los hechos objetivos
AMLO Perdió
El día 3 de julio el Peje anunció en el noticiario matutino de Carlos Loret de Mola, que tres casas encuestadoras, según él, le daban la victoria en sus conteos rápidos. Se trataba del Instituto de Mercadotecnia y Opinión, de Parametría, y de Covarrubias y Asociados. Pero la primera encuestadora nunca dio a conocer públicamente sus resultados. Peor aún, las otras dos que habían sido contratadas por el Peje, ¡decían que el Peje había perdido! ¡Justamente lo contrario de lo que López anunciaba en cadena nacional! El peje mintió a propósito, descarada y cínicamente. Arreola también miente, puesto que él también vio esas encuestas. Covarrubias nunca dijo que la rata más destacada de la Macuspana hubiera tenido una ventaja de 500 mil votos. Lo que si dijo Ana Cristina Covarubias es que ella, personalmente, le dio el resultado de su conteo rápido a las 12 de la noche del dos de julio, y le dijo que Calderón había ganado. En pocas palabras, las dos encuestadoras contratadas por el Peje le dijeron que había perdido, y no obstante salió a decir que había ganado por 500 mil votos y a inventar el mito más grande de la historia moderna de México –ese y el chupacabras-: el fraude del dos de julio. Reto a Arreola a que contradiga una sola palabra de lo que he dicho. No lo hará, porque sabe que es verdad (y de ante mano digo que si vienen sus gatos a dar lata nomás los vamos a batear). López Obrador y Arreola son tal para cual. Ambos embaucadores y mentirosos.