¿Quién es Fernando Noroña?
Noroña Classic
Fernando Noroña dice que los diputados no tienen vergüenza por subir los impuestos. Y tiene razón. Sólo que olvidó incluirse a él mismo. ¿O recordamos lo que el PAN ha propuesto y su partido se ha negado (sin que por eso se ponga como energúmeno ante un micrófono)?
“El líder nacional del PAN, César Nava, por ejemplo ha pedido reducir en 50% el financiamiento al IFE y a los institutos políticos, diciendo que -de acuerdo a esta nota de El Universal- con el ahorro de tres mil 300 millones de pesos se podrían destinar a cuestiones prioritarias, como la compra de 50 millones de vacunas contra el virus de la influenza A (H1N1), a la afiliación de 350 mil nuevas familias al programa Oportunidades, población equivalente a la de Tlaxcala, Colima y Nayarit en su conjunto. Con ese monto también se garantizaría el Seguro Popular a 750 mil nuevas familias, serían susceptibles de construirse dos mil 370 escuelas y nueve hospitales de alta especialidad en diversas partes del país.”
Más aún, Nava propone reducir en 50 por ciento el financiamiento público al IFE eliminando el financiamiento público local y reducir sueldos de los consejeros electorales.
“Al respecto se pronunció por modificar la fórmula de aportaciones públicas a fuerzas políticas, pues en la actualidad existen en una proporción de 90-10, y sugirió regresar a 70-30, para reducir esos recursos.”
La bancada del PRD se opuso. ¿Y por qué Noroña no armó berrinche y juzgó a sus compañeros de “sin vergüenzas” que “no tienen cara”? Muy sencillo, porque de esas perrogativas come su patrón, Andrés Manuel López Obrador, cuyo hijo fue visto recientemente con tenis de diseñador costando más de doce mil pesos, aún cuando ni en muchacho ni el padre tienen empleos conocidos.
Pero no queda ahí. Nava también propuso reducir el costo y mejorar la efectividad del congreso merced de la reelección legislativa y bajar el número de diputados y senadores. El PRD se volvió a negar y por las mismas razones: les encanta llamar a los intereses ocultos de los demás, pero no responden por los propios. Recientemente una investigación del periódico Exelsior reveló:
“López Obrador recibió en forma directa poco más de 50 millones de pesos de la bancada perredista en San Lázaro, según el arqueo final de las cuentas de ese grupo parlamentario, diezmado luego de los resultados del 5 de julio. Y recibió, por otra parte, 12 millones de pesos de los senadores perredistas. Estas cantidades, según la investigación realizada por el periódico, es independiente de las aportaciones voluntarias que dieron la enorme mayoría de los legisladores de ese partido, del PT y de Convergencia: en la mayoría de los casos un diez por ciento de su dieta parlamentaria, una cantidad que no es menor si tomamos en cuenta que oscila en los 150 mil pesos (o sea 15 mil pesos mensuales por cada legislador) y estamos hablando de unos 150 legisladores en ambas cámaras que aportaron ese diezmo durante tres años: según nuestros cálculos eso representa aproximadamente otros 70 millones de pesos en tres años, sumados, por supuesto, a los 62 millones de ambas bancadas: estamos hablando de unos 132 millones de pesos entregados en efectivo, con un uso discrecional del que nadie ha dado ni da cuentas, que resultan una cantidad estratosférica para mantener un supuesto gobierno legítimo cuya acción es simplemente testimonial y formado por un puñado de personas que, por supuesto, tienen otros ingresos, incluso en distintas áreas de gobierno y cuya mayor infraestructura es una casa en la colonia Roma que ya era propiedad del PRD. Ahora ya sabemos de qué vive López Obrador, su familia y sus colaboradores.”
¿Qué comentario le merece esto a Noroña? Ninguno, porque no es más que un empleado de López Obrador. Dice que se bajó el sueldo a la mitad. No lo dudo. La pregunta es ¿a cambio de qué?
Finalmente, Noroña dice que Calderón “ha violentado un sindicato democrático”. No hay forma de tomar semejantes mentiras a la ligera. Esparza (líder del sindicato) fue “electo” con un patrón inflado, donde votaron hasta muertos y exempleados de LyFC. ¿Cómo es que Noroña dice estar tan preocupado por los impuestos que vamos a pagar, pero no tiene empacho en defender un sindicato cuyo subsidio el año pasado alcanzó los 40 mil millones de pesos? Eso es lo mismo que mandar una misión a Saturno cada año, o lo mismo que ha costado todo el programa de exploración a Marte los últimos 20 años. ¿Y para qué? Hace un mes que CFE tomó, con sus propios recursos, la labor de LyFC en la ciudad más grande del mundo….y ni se le extraña. Era un elefante blanco carísimo que no servía para nada, sólo para tirar dinero a la basura. La liquidación de LyFC ha sido una de las decisiones más importantes tomadas por Calderón o por cualquier otro presidente en mucho tiempo, y no veo cómo Noroña puede criticar lo que es evidente y de sentido común.
No estoy de acuerdo con la Deforma Fiscal porque es más de lo mismo, es pasarle la factura a la clase media como siempre se ha hecho. Que paguen las grandes empresas, sí, ¿pero y qué hay del 50 % de la población viviendo en la informalidad? No es gente que gane poco. Hay tiangueros que facturarían cientos de miles de pesos a la semana, pero ¿para qué, si así como están no pagan ISR ni iva? Es más, no pagan ni luz: se cuelgan de un diablito y san se acabó. No crean infraestructura. No pagan servicios. Pero sí son una generosa fuente de ingresos opacos que nadie registra, merced de mordidas para poder operar en la vía pública –por no decir nada de la mercancía robada o de contrabando-.
El PRD en el Distrito Federal está metido en el negocio de extorsionar y explotar tiangueros en la capital del país, hasta el cuello. Sino, pregúntenle a doña Dolores Padierna, esposa de Bejarano, el señor de las ligas. En los cinco años que Obrador fue jefe de gobierno del Distrito Federal cayó la inversión privada y por ende la recaudación por vías legales, pero el subempleó se disparó, y no es de sorprender: los tianguistas fueron generosos donadores a su campaña, pero desde luego que debajo del agua.
Todos estamos enojados con los nuevos impuestos, pero por el bien de una causa genuina y necesaria no la manchemos haciendo el caldo gordo a porros manipuladores como Fernández Noroña.
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